la idea de crear un arsenal teorico para cambiar la realidad

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miércoles, 23 de junio de 2010

ZEITGEIST ADDENDUM

Por Ciro Annicchiarico (*)

Tuve anoche oportunidad de ver la película Zeitgeist Addendum, recomendada por mi hijo para una tarde de obligado reposo por prescripción médica. El link de YouTube es. Se trata de un documental (segunda parte de Zeitgeist) del año 2008 producido por Peter Joseph, que cuenta con el acompañamiento de una serie de entrevistados, entre los que se destaca Jacque Fresco, un diseñador industrial e inventor oriundo de la localidad de Venus, Estado de Florida, EEUU, famoso por sus propuestas futuristas y humanistas, autor del conocido Proyecto Venus.

Otro entrevistado que literalmente a uno le rompe la cabeza es John Perkins, un sicario económico estadounidense arrepentido, que trabajó para la CIA, que cuenta con lujo de detalles las canalladas pergeñadas por la superpotencia en Suramérica, cuya denuncia parecía ser patrimonio exclusivo de la izquierda latinoamericana. Quedé verdaderamente fascinado. Impactado. No porque cada uno de los aspectos de la realidad que aborda dicho film fueran datos novedosos o desconocidos por mí, o, para ser más preciso, por quienes formamos parte del gran río mundial que pugna por oponerse a los monopolios doctrinarios o corporativos, trátese de irracionalidades religiosas, ideológicas o económicas, o al pensamiento único mediático, funcional a todos los anteriores, sino porque es absolutamente destacable la precisión y la claridad con que aborda cada uno de esos temas durante el transcurso de la obra. Es un curso completo de realidad al plato, que se disfruta con la sensación de estar comprobando que aquellas cosas que forman el universo de nuestras convicciones contestatarias, de nuestra rebeldía antisistémica, son compartidas por otros en otras latitudes, con capacidad técnica y artística de alcance mundial. Una especie de globalización de la resistencia, a partir de la lucidez implacable.

Los locos antisistémicos no estamos solos en el mundo, somos muchos. El movimiento Zeitgeist tiene un capítulo oficial en Argentina, sobre el que podemos informarnos en su sitio web. Sus creadores del Hemisferio Norte cuentan con capacidad técnica y económica -sí, no podían ser otros que los norteamericanos- cosa que les permite colocarse en un lugar donde todos los podamos ver y escuchar, y disponer de los recursos suficientes para que el producto sea además muy ilustrativo y además atractivo, es decir casi perfecto. Si bien la duración de la película es de más de dos horas cuarenta minutos, por lo que asusta un poco y obliga a cambiar varias veces de posición en el asiento, lo cierto es que se hace verdaderamente difícil despegarse del lúcido relato, acompañado de reflexiones, gráficos, imágenes y archivos completamente apropiados.

Zeitgeist Addendum aborda y trata de desmenuzar en sus respectivas esencias, desde una perspectiva crítica y superadora, los temas centrales que hacen al conflicto humano contemporáneo. La política, la economía, el capitalismo, el fascismo, las religiones, el conocimiento, las guerras, el crimen y el negocio de las cárceles, la función de la tecnología, entre otros grandes temas, son abordados con una propiedad, lucidez y accesibilidad dignas de servir como una especie de materia introductoria a la vida en las escuelas. Va a ser difícil que se incorpore a los programas oficiales de enseñanza obligatoria, todavía dominados por esas mismas corporaciones a las que la película, como un ramalazo de viento que les quita repentinamente la falda para que podamos ver qué hay debajo, desnuda en sus escatológicas intimidades. Pero hoy, mientras tanto, está Internet y las copias de DVD.

Es verdaderamente aleccionadora, para no expertos en economía, la explicación inicial sobre la forma en que se crea el dinero en el sistema capitalista, esa verdadera abstracción contable que no tiene otro fin que generar deudores y pueblos condicionados, en ambos casos sometidos a una nueva forma de esclavitud. Tanto o más esclarecedora es la explicación sobre el verdadero objetivo y función que tienen los bancos, y cómo el secreto de los empresarios y principalmente de las corporaciones radica en dosificar la producción de modo de asegurar no la abundancia sino la escasez de bienes necesarios para las personas. Bienes que podrían producirse en abundancia suficiente para satisfacer las necesidades básicas de toda la humanidad, son ex profeso producidos de manera escasa para que así aumenten su valor, o mejor dicho, su precio, y con ello el beneficio o ganancia de los empresarios productores. Lo mismo cuando aborda la función real que cumplen la CIA y la Reserva Federal en EEUU o, por poner solo algún ejemplo más, el tema de la publicidad, uno de los instrumentos más cuidados del sistema capitalista, en torno a la que se estructura la columna vertebral de la gran hipnosis colectiva por la que pueblos enteros modifican sus conductas, convencidos de supuestas “verdades” que no son otra cosa que patrañas. Al final la película expone la propuesta que considera superadora, en base a una fórmula que tiene que ver con el Proyecto Venus, creado por Jacque Fresco, cuyo pensamiento y propuesta son dignos de ser apreciados.

La única observación que me permito hacer tiene de alguna manera que ver con un defecto que en realidad caracteriza al universo estadounidense casi por completo, trátese de representantes de la derecha o de la izquierda, del establishment o de organizaciones no gubernamentales progresistas y humanistas, de agentes o cómplices de la CIA como de buenos ciudadanos que denuncian sus atrocidades y al imperialismo: casi todos incurren por igual en el error, de características indudablemente chovinistas y hasta se podría decir mesiánicas, de creer algo así como que el mundo es EEUU, y EEUU es el mundo. Y partir de la idea de que así como el mal global tiene su sede en EEUU, también la solución a todos los problemas del mundo solo puede partir de las buenas ideas de los buenos ciudadanos estadounidenses. Este error básico se expresa en numerosos aspectos -por no decir todos los aspectos- que hacen a la vida social, cultural y política.

Peter Joseph, el productor de la película, y entiendo que Jacque Fresco también, como el resto del equipo y adherentes a ese interesantísimo proyecto, cuando hablan del dinero hablan del dólar estadounidense, cuando hablan de corporaciones, de instituciones políticas y las soluciones que proponen hablan, respectivamente, de las estadounidenses; y cuando hablan de aportes intelectuales y tecnológicos, hablan de los estadounidenses. Descuento que lo hacen con absoluta buena fe. Pero ellos mismos son víctimas de ese pensamiento global que denuncia Zeitgeist: Addendum.

Es muy saludable el esfuerzo de importantes sectores del pueblo estadounidense (algunos grupos verdes, varios cineastas como Sean Penn o Michel Moore, intelectuales notables como Noam Chomsky o Immanuel Wallerstein, entre otros) por denunciar las maldades y los perjuicios que el sistema político corporativo y económico estadounidense causa en su propio país y en el resto de los pueblos débiles del mundo, pero lamentablemente casi siempre caen en un error que en términos filosóficos diríamos que consiste en violar una de las reglas básicas de la lógica aristotélica: el principio de razón suficiente. Es el error -clara generalización chovinista- de considerar que todo es igual a ellos, sin dar razón suficiente de esa afirmación. Se trata de una proyección veleidosa, derivada de una ilusión megalómana. Sentimiento comprensible, porque realmente en gran medida hacen bailar al mundo a los compases de su batuta, pero no es absoluto. Aparte de señalar que no son las estadounidenses las únicas corporaciones perversas que existen en el mundo actual, podrán ser las más importantes pero no las únicas, ya que sistemas dominantes de capitalismo corporativo están anclados también en varios países centrales de Europa, Medio Oriente y Asia, se comete además la injusticia de proponer sin cortapisas el rechazo de toda institución política, como si se tratase de un hábito sucio inveteradamente incorporado a la conducta humana, del que hay que despojarse para obtener la salvación. Esa oferta puede ser -cuidadosamente desprovista de su connotación casi fundamentalista o esotérica- válida en EEUU, ombligo del poder mundial y centro real, casi absoluto, del dominio de las corporaciones, en donde nos animaríamos a afirmar sin temor a equivocarnos que puede ser absolutamente saludable rechazar como falsa cualquier alternativa político partidaria que el propio establishment corporativo autorice a “participar”, en la certeza de que trátese de republicanos o demócratas, quien gobernará realmente, decidirá la política económica y las acciones del imperio hacia adentro y allende los mares, serán las corporaciones, verdaderos bunkers completamente monárquicos y antidemocráticos del poder duro y crudo.

Pero eso no es así en el resto del mundo. Rechazar de plano y como falsa, toda expresión política en Sudamérica, en África, en Asia, es condenar a los pueblos oprimidos de estos continentes a desprendernos de la única arma que tenemos para desembarazarnos, precisamente, de las corporaciones malditas que el propio proyecto Zeitgeist: Addendum denuncia como causantes del mal. Esas armas para nosotros son las distintas acciones que hacen a nuestras luchas políticas y sociales. Si en la bienvenida Sudamérica de hoy los pueblos venezolano, boliviano, brasileño, paraguayo, ecuatoriano, argentino, uruguayo, nos decidiéramos por rechazar sin más “las instituciones políticas”, llevados de la mano de la propuesta liviana -aclaro: liviana solo en este aspecto- de Zeitgeist Addendum, desaparecerían los procesos independentistas, aún con sus innegables contradicciones, encabezados por Hugo Chávez, Evo Morales, Rafael Correa, Lula Da Silva, Fernando Lugo, los Kirchner y José Mujica, y eso, ¿qué duda puede caber?, sería total y absolutamente funcional a los objetivos de economía de escasez y fabricación de deudas en los pueblos oprimidos, que utilizan como armas principales los centros corporativos que los propios Peter Joseph y Jacque Fresco denuncian! Las “corpocracias” que tan bien define la película estarían felices y festejarían con Dom Pérignon. Lo mismo sucede con la muy saludable propuesta de descartar de plano los “noticieros” de los medios masivos de comunicación. Directamente no verlos, no sintonizarlos. La idea puede ser correctísima en EEUU, dominado casi por completo por las usinas desinformativas y falsificadoras de CNN, FOX, etc., pero si en nuestros pueblos en lucha contra esas mismas corporaciones, tanto americanos como europeos y asiáticos, no aclaramos que no basta con no sintonizar TN o América, o con descartar Clarín, La Nación y sus pasquines sucedáneos del interior, o eliminar de la oferta informativa latinoamericana a los grupos O Globo, Prisa, etc., sino que necesitamos imperiosamente sustituirlos e informarnos sobre el país real en el rico tejido de medios alternativos como los canales 7 y Encuentro de Argentina, TeleSur TV, u otros verdaderamente independientes, entonces lo que estaríamos proponiendo es una suerte de lobotomización general, también funcional a la corpocracia. Destaparían más Dom Pérignon.

Creo que la película Zeitgeist Addendum desnuda con total claridad la lógica perversa del sistema económico dominante en el mundo. Mediante una excelente descripción general claramente propone marchar hacia la consagración de la inteligencia, de la racionalidad, de la paz, de la verdadera libertad en la humanidad, en el marco de una economía de recursos -en contraposición con la economía de escasez- como la del Proyecto Venus. Por eso merece ser corregida en los aspectos que propongo, abordando con mayor rigor social y científico la compleja trama de las acciones sociales y vías políticas que utilizan los pueblos oprimidos en el resto del mundo para luchar por los mismos objetivos que se propone Zeitgeist Addendum. Ello enriquecería y potenciaría un documento esclarecedor, de una lucidez implacable, que debería ser masivamente difundido y material obligatorio en todas las escuelas del mundo.

(*) Abogado penalista, ex concejal de Lomas de Zamora; integrante de Conciencia Al Sur (CONSUR), Grupo de Reflexión y Gestión.

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