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miércoles, 16 de junio de 2010

EL ESTADO , EL CAPITALISMO Y EL KIRCHNERISMO

Por Pomez, el 14 de Junio de 2010.


El Estado es capitalista por sí mismo. Nuestra sociedad está fundada por una relación económica que es la siguiente: hay dueños de medios de producción y hay quienes deben vender su fuerza de trabajo para subsistir. Esto conforma algo así como clases sociales, basadas en esta relación social que es desigual. Estas clases sociales al mismo tiempo determinan el acceso a otro tipo de recursos como el prestigio y la educación, que al mismo tiempo colaboran para aumentar aun más la desigualdad. Es un círculo virtuoso.

Es decir, hay un acceso a recursos de poder que se da de forma diferenciada. Pero todo esto es insuficiente para reproducirse sin la coerción, que en sistemas anteriores al capitalismo estaba también en manos directas de los dueños de los medios de producción. Con el capitalismo la coerción pasa a estar monopolizada por el Estado, que se convierte en un tercer actor en esta relación.

Ese Estado aparece diferenciado de la sociedad, es decir, objetivado a través de sus instituciones. Surge como algo neutral que administra para el bien general. En verdad, ese Estado lo que hace es garantizar esa relación social de dominación, porque garantiza que si no se cumple interviene con la fuerza que le da tener toda la coerción permitida y legítima en una sociedad. Además, el Estado cuenta con el Derecho para objetivarse aun más, para hacer de su accionar a favor de la dominación, una acción en apariencias equitativa.

De esta manera el Estado es capitalista. Y cualquier gobierno que lo esté también lo será. No por decisión propia, ya que su racionalidad es acotada, sino por una cuestión estructural del Estado que acciona bajo estos parámetros y reglas, garantizando ese status quo. Lo que garantiza no es directamente los intereses dominantes, sino una relación social que es de dominación y esto es importante. Lo que importa es que se mantenga esta relación social, por eso algunos gobiernos actúan en favor de los dominados, le ponen límite al capitalismo, acondicionan a la sociedad. Como los estados de bienestar. Cuando está en peligro esa relación social pueden surgir gobiernos más vinculados con demandas sociales. En ese sostén de la relación social es donde favorece los intereses dominantes.

¿Para qué toda esta explicación insoportable? Para tratar de responder de alguna manera aproximada acerca de un interrogante que atravesó al kirchnerismo desde sus comienzos: ¿actúa por conveniencia o por convencimiento? Entonces, desde esta visión podemos decir que lo que hizo fue simplemente seguir esa lógica histórica del Estado capitalista. Cuando la cosa se pone complicada, surgen estados que le ponen freno al ansia de acumulación de los sectores de poder para salvaguardar la relación social de dominación. En ese marco, podemos entender muchas de las medidas del kirchnerismo. Hay que decirlo: El kirchnerismo, por el propio andamiaje del Estado, salvaguardó la relación de dominación.

Y lo que vino también es tal cual la lógica: los sectores de poder concentrado sólo soportan este sistema por tiempos acotados, cuando pueden volver a apretar con todo para sacar el máximo provecho posible lo hacen sin dudarlo. Y acá está lo interesante del proceso. Porque de alguna manera cuando los sectores dominantes avanzaron, esa misma lógica dice que era momento de volver a instalar un nuevo sistema económico regido por los antiguos parámetros neoliberales, que se tuvieron que suspender por las condiciones sociales creadas por ese sistema. Pero el Gobierno resistió ante la potencia del avance, pudiendo sostener estas medidas absolutamente valorables.

Es cierto, seguimos en un sistema que es injusto en sus bases. Pero sabiendo cual es el escenario alternativo en estas condiciones, suficiente para ayudar a resistir sin resignarse a profundizar.

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