la idea de crear un arsenal teorico para cambiar la realidad

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domingo, 30 de mayo de 2010

EN BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO

El cronista recorre el Cabildo y felicita a los colegas por sus notas. Entre ellos, a Belgrano y Moreno. Luego,
en otro salto en el tiempo, entrevista a Esteban Echeverría.

Por Osvaldo Bayer

Entro al Cabildo. Están todos. Se van a dar cuenta de que no soy de la época porque hablan todos la castilla. Apenas un criollismo por ahí o ya un porteñismo.

A quien reconozco en seguida es a Belgrano, con su cara de algo de niño. Voy hacia él. Quiero felicitarlo por su artículo publicado hoy en El Correo de Comercio. Al saludarlo, no puedo menos que decirle: “Usted es un adelantado, se adelantó unos doscientos años”. Me mira sorprendido y apenas me murmura: “¿Por qué dice eso?” Por su defensa de la mujer, le respondo.

–No, no, es nada más que lo justo, es lo menos que puedo decir, este estado de cosas no puede seguir, mucha revolución, mucha revolución, pero a la mujer, nada.

–Pero no me va a negar que usted es uno de los pocos que piensa lo que dice.

–Hago lo que puedo –me responde.

–Hoy, 21 de julio de 1810, usted escribe aquí en el periódico El Correo del Comercio, desafiando con esto a toda la sociedad lo siguiente: “¿Pero cómo formar las buenas costumbres y generalizarlas con uniformidad? ¡Qué pronto hallaríamos la contestación, si la enseñanza de ambos sexos estuviera en el pie debido! Mas por desgracia, a la mujer que debe estar dedicada a sembrar las primeras semillas la tenemos condenada al imperio de las bagatelas y de la ignorancia. La naturaleza nos anuncia una mujer: muy pronto va a ser madre y presentarnos conciudadanos en quienes debe inspirar las primeras ideas. ¿Y qué ha de enseñarles si a ella nada le han enseñado? Nuestros lectores tal vez se fastidien con que les hablemos tanto de escuelas, pero que se convenzan de que existen en un país nuevo”.

Belgrano me queda mirando.

–¿Qué les dijeron sus colegas de la Junta cuando leyeron esto? –le pregunto.

–Por supuesto, los únicos que me lo comentaron fueron Mariano y Castelli. Me dijeron que están totalmente de acuerdo. Hay que darles escuela a las mujeres. Los demás o no lo leyeron o no consideraron importante hacerme ningún comentario. Es que es un tema difícil, lo de los esclavos sí puede discutirse aquí, lo de los indios sí puede ser tema pero... el tema de las mujeres es mucho más difícil y complicado. Principalmente para los padres de niñas. Protegerlas, protegerlas, es la única reacción, y no se dan cuenta de que la protección trae negación a la libertad, es quitarles el derecho a la decisión, a la libertad. Las denominadas leyes sociales son una especie de normas marcadas por los que tienen el poder: Pero ya verá usted que vendrá la liberación de la mujer, así como alguna vez se acabarán el colonialismo, la esclavitud, el dominio del más fuerte hacia el considerado débil. Ya lo verá usted, la historia no se puede detener... aunque algunos historiadores dirán que ésta no fue una revolución, sí lo fue. Porque es un comienzo muy distinto, nos liberamos de instituciones coloniales. La dependencia continuará, sí, pero no será ya institucionalizada como antes.

Me deja, tiene muchísimo que hacer, lo veo nervioso, eufórico. Siempre, como si el 25 de mayo fuera la fecha señalada, se da cuenta de que aquí comienza la otra historia, que ya nadie la podrá detener, sólo los propios argentinos podrán parar esta ola de aire fresco. Y lo van a hacer en los doscientos años posteriores...
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Voy en busca de Moreno. Ahí está Mariano. Como siempre, leyendo, ensimismado, pese a las voces que inundan el ambiente. Piensa, escribe, propone. Sabe que hay poco tiempo. Que la oportunidad de una verdadera Revolución, sí, así, como la quiere él, va a ser muy breve. Está escribiendo el “Plan Revolucionario de Operaciones”. Me presento, le digo que soy un periodista del siglo XXI. Sin responderme, me alarga las páginas ya escritas y sigue ensimismado, escribe y escribe. El escribe, yo leo. De pronto, siento una imperiosa curiosidad. Este hombre está un siglo adelantado, más, un siglo y medio. No digo dos siglos (un bicentenario) porque es un hombre a la ofensiva, no hay retrocesos, ni temores ni aguas tibias. Me inclino y lo abrazo. Me mira sin sonreír ni preguntarme. Le pregunto yo:

–Usted escribe aquí. “Las fortunas agigantadas en pocos individuos, a proporción de lo grande de un Estado, no sólo son perniciosas, sino que sirven de ruina a la sociedad civil, cuando no solamente con su poder absorben el jugo de todos los ramos de un Estado, sino también en nada remedian las grandes necesidades de los infinitos miembros de la sociedad.” Se me ocurre una pregunta: ¿Usted tuvo acceso a los comentarios que escribieron sobre esto medio siglo después?

Me mira como si estuviera pensando en otra cosa y me responde, seco:

–Lo que escribí es la lógica. Todo lo demás es teoría de charlatanes que se quedan con el vuelto.

Me quedo mudo. El sigue trabajando. De pronto, me toma los papeles y me señala una frase de su escrito: “El mejor gobierno, forma y costumbre de una Nación, es aquel que hace feliz al mayor número de individuos”.

Quiero tal vez provocarlo y le pregunto, a boca de jarro:

–Usted es socialista.

Me mira largamente. Me toma otra vez sus papeles ya escritos, busca una frase y me la marca. Leo: “Si no se dirige bien una Revolución, si el espíritu de entrega, ambición y egoísmo sofoca el de la defensa de la patria, en una palabra: si el interés privado se prefiere al bien general, el noble sacudimiento de una Nación es la fuente más fecunda de todos los excesos y del trastorno del orden social”.

–Usted es un antidemagogo –le sugiero.

–No, es sólo la verdad. Lea esto.

Y me alcanza su escrito “Disertación jurídica sobre el servicio personal de los indios”. Leo: “Desde el redescubrimiento empezó la malicia a perseguir unos hombres que no tuvieron otro delito que haber nacido en unas tierras que la naturaleza enriqueció con opulencia y que prefieren dejar sus pueblos antes que sujetarse a las opresiones de sus amos, jueces y curas”.

–Repito, usted es un antidemagogo –le digo, mientras le doy la mano y me despido.

–Gracias –me responde apenas.

Este tiene algo poderoso adentro, me digo, con temor. Es demasiado peligroso para aquellos que quieren cambiar todo para no modificar nada, me repito, pensado en muchos políticos de nuestros doscientos años.

Lo veo a Castelli, le doy la mano pero, como siempre, tiene mucho que hacer, se mueve de un lado a otro mientras me dice:

–Me mandan al Alto Perú.

–¿Qué piensa hacer? –le lanzo la pregunta periodística de los que quieren saber todo.

–Ya va a ver. Eliminar la mita, la encomienda y el yanaconazgo, las tres formas de esclavitud que han inventado estos europeos –me responde mientras se pone el sombrero para irse.

Y lo hizo. Juan José Castelli. Moreno y Castelli, los dos muertos apenas meses después. Las grandes esperanzas. El fuego mismo, la llama. Pero igual, ya no pudieron volver atrás los conservadores de siempre. Ya que esa llama alcanzó para la dignísima Asamblea del Año XIII, con su increíble coraje civil. La libertad de vientres a los esclavos, la anulación de las torturas para la policía en la investigación de crímenes, la anulación de los títulos de nobleza, y se da por finalizada la Inquisición de la Iglesia Católica. Y también esto: hacernos cantar el Himno Nacional con esos versos: “Ved en trono a la noble Igualdad. Libertad, Libertad, Libertad”.

El espíritu de Mayo, me digo. Y pienso en Esteban Echeverría. Me adelanto un cuarto de siglo de aquel 1810 y lo visito al Esteban Echeverría de 1834. Elegante, sonriente, me señala que está escribiendo el “Dogma Socialista”. Le digo que vengo de verlos a Belgrano, Moreno y Castelli. Me mira fijamente y me alcanza un papel escrito.

–A esto lo escribí hoy –me dice.

Lo leo en voz alta. Y la verdad es que me emociono a medida que avanzo en la lectura:

“Asociación, progreso, libertad, igualdad, fraternidad, términos correlativos de la gran síntesis social y humanitaria, símbolos divinos del venturoso porvenir de los pueblos de la humanidad. La Libertad no puede realizarse sino por medio de la Igualdad, y la Igualdad, sin el auxilio de la asociación o del concurso de todas las fuerzas individuales encaminadas a un objeto, indefinido: el progreso continuo. Fórmula fundamental de la filosofía del siglo XIX: El camino para llegar a la libertad, es la igualdad, es la igualdad. La Igualdad y la Libertad son los principios engendradores de la Democracia”.

La emoción no me deja hablar. Como única reacción le doy un abrazo y balbuceo:

–Gracias.

Camino hacia la Plaza de Mayo. Como un imán me atrae el Cabildo. Paso por delante, me detengo y murmuro: “El camino para llegar a la Libertad es la Igualdad”.

Bajo la cabeza y me pregunto: ¿Qué hicimos los argentinos en estos 200 años con esos pensamientos de Mayo?
OSVALDO BAYER

lunes, 24 de mayo de 2010

Papel Prensa. Viuda de Graiver. “O firmás o te mato”

La hora de la verdad

24-05-10 / En una reunión del directorio de Papel Prensa, la viuda de David Graiver confirmó que, estando secuestrada, fue forzada a entregar las acciones de la empresa bajo tortura.

Por Jorge Mancinelli
politica@miradasalsur.com

PaperprensaLa asamblea de accionistas de Papel Prensa del jueves pasado tuvo dos invitados inesperados: Lidia Papaleo de Graiver, viuda de David Graiver, banquero y accionista privado mayoritario de la compañía, y José Pirillo, ex propietario del diario La Razón.

Sus testimonios, tan estremecedores como contundentes, dejaron al descubierto la ilegalidad del traspaso accionario de la principal papelera del país, cuyos principales accionistas son los diarios Clarín y La Nación.

“Fui forzada a vender todo. No hubo sugerencias, fue ‘firmás o te mato’“, contó en un conmovedor relato Papaleo de Graiver, en el que dio precisiones sobre su secuestro, así como de las feroces torturas recibidas durante el período que estuvo ilegalmente detenida.

“Yo desaparecí y todo lo que pasó fue estando desaparecida”.

“Yo vendí antes y durante (de estar en el cárcel). En la cárcel ya estaba legal, me sacaban y me traían desaparecida para firmar y hacer el careo continuo”, relató sobre las terribles condiciones en las que se vio obligada a firmar la supuesta “venta” de las acciones heredadas de su esposo, muerto en circunstancias sospechosas en un accidente aéreo en agosto de 1976.

Su desgarradora exposición fue escuchada por representantes de La Nación -entre los que estaba su presidente, Julio César Saguier-, el coadministrador judicial de Papel Prensa y los síndicos e integrantes del Consejo de vigilancia de esta firma.

Los que decidieron retirarse fueron los representantes de Clarín. Su director, Héctor Aranda, optó por seguir las exposiciones de manera intermitente y subrepticia, pese a la sugerencia del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, de que se acercara en lugar de asomarse “como un fisgón”.

Por su parte, Pirillo, quien fue convertido en paria social por enfrentar a Héctor Magnetto, recordó como éste -entonces gerente general de Clarín-, le comentó que había gestionado ante el presidente de facto Rafael Videla “la obtención de dos chicos” para la dueña del diario, Ernestina Herrera de Noble.

Asimismo, relató diversas maniobras irregulares perpetradas por Clarín, La Nación y La Razón, en ese entonces en manos de Patricio Peralta Ramos, para beneficiarse con el costo del papel del diario, en detrimento de las publicaciones de la competencia.

Contó, además, cómo fue “despojado” de su diario en 1987, tras romper la sociedad en Papel Prensa y publicar la historia completa de la familia Graiver, a través de una maniobra judicial.

Fuera de temario. Papaleo de Graiver y Pirillo habían sido invitados por el funcionario a exponer ante el directorio, una vez finalizada la asamblea, en el marco de una fuerte confrontación con los accionistas privados mayoritarios de Papel Prensa por el manejo abusivo en el mercado del papel para diarios, irregularidades y presuntas maniobras de corrupción.

El orden del día original preveía discutir los estados contables del 1º trimestre del año, la oposición de la mayoría de los representantes de los accionistas privados a que los delegados estatales accedan a determinada información sobre la gestión de la empresa, y la ampliación del número de directores independientes, que dejarían en minoría al Estado Nacional a la hora de fijar el precio de papel.

Pero Moreno fue más allá y, una vez finalizada la asamblea, invitó a los presentes a escuchar los testimonios de Papaleo y Pirillo.

“Hay una oscuridad total acerca de cómo los actuales accionistas adquirieron las acciones en el marco del terrorismo de Estado”, manifestó en relación con la maniobra por la cual, en noviembre de 1976, Clarín, La Nación y La Razón, se quedaron con la porción mayoritaria de las acciones de la principal productora y proveedora del 75% del papel de diario que se utiliza en el país.

Maniobras corruptas. Previamente, Moreno había repasado la historia de Papel Prensa durante los últimos 30 años y la administración de su gestión por parte de sus accionistas privados.

“Hay serias sospechas de que la empresa ha funcionado, en las últimas décadas, con retornos de proveedores recolectados por el actual gerente de la empresa, que es el señor (Jorge) Noseda, y repartidos personalmente a los accionistas“, advirtió el funcionario.

E inmediatamente señaló que

“le gustaría saber si los directores participaron de esos retornos, o si el señor Noseda lo hizo al accionista Magnetto“.

Esas comisiones, según dijo,

“oscilan entre el 10% y el 15% de cada factura de compra y, en algunos casos, hay denuncias que fueron formuladas por quienes fueron directivos de la firma“.

Estas prácticas serían la causa de la negativa de los directores vinculados con los accionistas privados, a proporcionar la información que los representantes del Estado nacional vienen solicitando desde el año pasado.

Otra modalidad denunciada por Moreno es la forma en que costea Papel Prensa las bobinas que son para los diarios de sus accionistas y las que vende a las demás publicaciones.

El menor costo para las destinadas a los primeros le permitiría a la empresa justificar la fijación de precios diferentes, en perjuicio de la competencia de los dos principales diarios del país. Además, se suma el perjuicio a las ganancias de la empresa y, por ende, al patrimonio público, ya que un 27% de ella pertenece al Estado.

En línea con la revelación sobre costos, el secretario de Comercio Interior se refirió a otra irregularidad originada en las políticas de aprovisionamiento de Clarín: las variaciones mensuales de sus compras oscilan 25%, mientras que las demás empresas llegan al 4%.

Así, la política del principal matutino del país perjudica a Papel Prensa y al mercado editorial al generar faltantes y sobrantes de stock que impactan sobre los precios y la estabilidad en el abastecimiento.

Impunidad protegida. En otro tramo de su alocución ante los integrantes del directorio, Moreno recordó que un ex asesor de la Comisión Nacional de Valores (CNV) participó en los interrogatorios a los accionistas de Papel Prensa que fueron detenidos hacia fines de 1976.

En este organismo le confirmaron a Miradas al Sur que a partir de una investigación realizada por su presidente, Alejandro Vanoli, se comprobó que efectivamente existió un funcionario de estrecha confianza del entonces titular de la CNV, Juan Etchebarne, que cumplió tareas en centros clandestinos de detención a pedido del Primer Comando Cuerpo de Ejército.

A raíz de su “eficiente desempeño“, el coronel Roberto Roualdes, jefe del Estado Mayor del Ejército, le hizo llegar al funcionario de la CNV, por intermedio de Etchebarne, una calurosa felicitación.

El funcionario torturador asistió a las 2 asambleas de accionistas de Papel Prensa realizadas en diciembre de 1976 con motivo de los cambios originados en la propiedad de la empresa.

La impunidad con que la dictadura militar protegió a los apropiadores de las acciones de Papel Prensa fue recordada por Moreno al evocar el caso de Rafael Ianover. Después de firmar los poderes para la transferencia de acciones, el entonces testaferro de David Graiver en Papel Prensa y ex director de esta empresa le pidió a Patricio Peralta Ramos que no le pasara nada ni a él ni a su familia.

El entonces propietario de La Razón “le dio su palabra de honor” de que así sería. A la semana siguiente, Ianover fue secuestrado y permaneció 14 meses en esa condición.

Su testimonio, junto al de Papaleo de Graiver y Pirillo, revelan las dimensiones del ilícito en que se produjo el traspaso accionario de Papel Prensa, con prácticas propias del terrorismo de Estado avaladas por sus principales beneficiarios.

Reforma tributaria: la asignatura pendiente.

Por Agustín Crivelli

Desde 2003 asistimos a un cambio de esquema en la economía argentina. Pasamos del llamado modelo “rentístico financiero” al actual modelo “productivo con inclusión”. No caben dudas de que son muchas las transformaciones que se han venido sucediendo en estos últimos siete años, pero aún persiste una importante modificación por hacer: la reforma tributaria.


A pesar de los múltiples esfuerzos que se han hecho para reducir la pobreza e indigencia y mejorar la distribución de la riqueza (sin dudas el más trascendente y de enorme importancia fue la asignación universal por hijo), la estructura tributaria vigente actúa en el sentido contrario, acentuando la desigualdad y concentrando la riqueza.

No es una novedad que la recaudación de impuestos en la Argentina está basada en los impuestos al consumo. El año pasado el 40,7% de los ingresos del Estado (nacional y provinciales) provino de la imposición a las diversas formas del consumo. De los $360 mil millones recaudados, el 24,3% correspondió al Impuesto al Valor Agregado (IVA), mientras que por el Impuesto a las Ganancias ingresaron $56.887 millones, es decir, un 15,6% del total, casi 10 puntos porcentuales menos que el aporte del IVA.

Esta importante diferencia entre lo que se recauda a través del principal impuesto directo (Ganancias) y el principal impuesto indirecto (IVA) es lo que define al sistema tributario argentino como fuertemente regresivo. Con esta estructura impositiva los sectores de menores ingresos pagan más impuestos en relación con los que se encuentran en la parte más elevada de la pirámide distributiva.
Además, la renta financiera en la Argentina no está gravada, aunque sí están gravados con IVA los intereses que se pagan al tomar un crédito. En otras palabras, la renta financiera está exenta de pagar impuestos, pero no así los intereses que debe pagar una empresa o persona que toma un crédito. La eliminación de este tipo de exenciones que benefician a las rentas financieras y especulativas, en conjunto con un incremento de la presión sobre las personas con alta capacidad contributiva, permitiría reducir la asimetría que hoy afecta a las pequeñas y medianas empresas, que son las principales generadoras de empleo.

Mientras que los esquemas tributarios de los países centrales están basados preponderantemente en impuestos directos, en nuestro país dos tercios de los ingresos fiscales corresponden a impuestos indirectos. Dicho de otro modo, mientras que en la Argentina la presión tributaria (relación entre lo recaudado mediante el impuesto y el PBI) de los impuestos directos representa cerca del 13% del PBI; en Australia, Japón y los Estados Unidos alcanza un 2%, en Alemania el 3%, en Suecia y Canadá el 4% y en el Reino Unido el 5 por ciento.
La otra cara de la moneda es el Impuesto a las Ganancias que en la Argentina apenas alcanza 15,8% del total de la recaudación, frente a un 36% que en promedio se recauda en Europa o los Estados Unidos. Asimismo, en la Argentina este impuesto posee una presión tributaria de un 5% del PBI, mientras que en los Estados Unidos y Japón 9%, en Alemania 11%, en Australia y el Reino Unido 14%, en Canadá 18% y en Suecia 21 por ciento.

Pero si analizamos la presión tributaria global (incluidos los impuestos directos e indirectos), vemos que en nuestro país ésta alcanza un 31% del PBI, mientras que en Brasil el 38%, en Europa oscila entre el 35 y el 48%, en los Estados Unidos el 30%, en Australia y Canadá el 29% y en Suecia alrededor del 52 por ciento.

Este último dato resulta interesante, dado que si consideramos a todos los habitantes de nuestro país y a todos los impuestos que se cobran, los argentinos pagamos menos impuestos que otros países. Queda claro que el problema no reside en que pagamos mucho, sino en la injusta distribución de esas cargas, que son pagadas mayoritariamente por los sectores medios y bajos.

Por lo tanto, el eje de una reforma tributaria no debería pasar, como muchos proclaman, por una reducción de la presión tributaria, sino por una redistribución de las cargas impositivas. Deben diseñarse mecanismos que permitan gravar más la riqueza y las ganancias de manera de generar suficientes ingresos fiscales para reemplazar una porción de los ingresos que actualmente son generados por impuestos al consumo. Sólo de esta manera podremos pasar a un modelo impositivo donde los ingresos fiscales provengan mayoritariamente de los patrimonios y las rentas y no del consumo de las grandes mayorías trabajadoras.



* Economista. Investigador del CEMOP (Madres de Plaza de Mayo) y del Idehesi (UBA-Conicet)

sábado, 22 de mayo de 2010

¿DEFIENDEN A LOS VIOLADORES O A LA RUTA SOJERA DE LA PROSTITUCION?

Varias cosas apestan en General Villegas y no sólo la marcha del jueves pasado –y el más exiguo cacerolazo del domingo– exigiendo impunidad para José María Narpe, Mario Magallanes y Mariano Piñero, quienes violaron a una adolescente de 14 años, la filmaron y difundieron el video por internet y teléfonos celulares. La marcha, organizada por la esposa de uno de ellos, convocó unas 300 personas, la mayoría mujeres, tras la bandera: “Apoyemos a las tres víctimas de esta injusticia. Toda la ciudad sabe la verdad”.

La nena declaró que uno de los tipos la llevó a su casa, donde estaban los otros dos, que no pudo escapar, la sometieron y la amenazaron.

Para los movilizados, sin embargo, las víctimas son los abusadores. Y “la verdad”, dijeron, es que la menor no sería virgen sino promiscua y que, por lo tanto, “no es una nena” sino una “ninfómana”, que en el video “se ve que no se defendió: ella quería” y, ya bordeando el delirio, que lo filmó ella, “porque quiere ser actriz porno”. Además, exigieron que la familia de la nena, los Lescano, se vaya del pueblo e insultaron al abogado que la representa.

Es habitual que los victimarios denigren a las víctimas. Lo novedoso es que una parte de la población, por minoritaria que sea, los apoye. Pero esa estrategia alcanzó carácter sacramental dado que la Iglesia dice que la sociedad es la culpable de sus delitos sexuales y que los niños abusados tentaron a los curas abusadores. Es lo que opina el intendente de General Villegas, Gilberto Alegre (PJ), que calificó a la nena de “ligerita”, que se la veía “complaciente con lo que sucedió” –otro que vio el video– y apuntó a los padres “que no la trataron”. “La gente repudia que digan que la forzaron, lo que no es cierto”, explicó un enterado Alegre antes de hacer de la defensa del abuso sexual en un programa político: así como hay que bajar la edad de imputabilidad de los menores, hay que subir la edad de las víctimas de abuso, dijo, “porque la sociedad se modernizó”. El juez Gerardo Palacios Córdoba, mientras tanto, denegó la eximición de prisión a los tres acusados, pero no los detuvo porque “está esperando a que sus abogados apelen” (sic).

Parece que lo que es común en Villegas –importante centro sojero y ganadero– es violar menores, prostituirlas y usarlas para divertimento en las ferias de maquinaria agrícola, ExpoRural, etc. En 2008, catorce nenas santafesinas de entre 13 y 15 años fueron rescatadas muy cerca de Villegas, cuando las llevaban para prostituirlas en la feria AgroActiva, en el sur de Córdoba. Hasta la Procuraduría General de la Nación reconoce que la ruta de la soja -como la del petróleo, de los grandes eventos deportivos y del turismo- es la ruta de la explotación sexual. Probablemente el intendente, el juez y algunos de los marchantes estén protegiendo mucho más que a tres violadores (y manipulando a un sector de la población).
Aunque pocos se interesaron, los participantes de la marcha denunciaron que “hay más vídeos que involucran a personas de dinero, ¿por qué no los muestran?”, que “los agarran a ellos porque son pobres, que investiguen a todos”, y que “era muy común que se hicieran ferias y la llamaran porque era una ‘vaguita’”.
O.C.

lunes, 17 de mayo de 2010

EL LUGAR PERVERSO

Luis Bruschtein

En el cabildo abierto del 22 de mayo de 1810 participaron 225 personas; 79 se pronunciaron a favor del virrey Cisneros y contra los patriotas. Entre ellas, estaba el esclavista de gran fortuna José de María Martínez de Hoz.

A fines del siglo XIX, la Sociedad Rural financió la llamada Campaña del Desierto lanzada por el general Julio Argentino Roca para exterminar a los pueblos originarios y expropiarles sus tierras. El presidente de la Sociedad Rural era otro Martínez de Hoz, bisabuelo del actual, y por esa ayuda Roca le regaló 2.500.000 hectáreas en la Patagonia.

En 1975, José Alfredo Martínez de Hoz y otros directivos del Consejo Argentino Empresario visitaron al jefe del Estado Mayor, el general Jorge Rafael Videla. Trascendió que le pidieron “que contribuya a preservar el orden en las circunstancias que impiden la libertad de trabajo, la producción y la productividad”. En ese momento dirigía la empresa Acindar, que fue pionera del golpe con la represión de la huelga en su planta de Villa Constitución. El inspector de la Policía Federal, Rodolfo Peregrino Fernández, declaró que “Acindar pagaba a todo el personal policial un plus extra para convertir a la planta en una especie de fortaleza militar con cercos de alambre de púas”.

Nadie confirmó esa reunión del Consejo Argentino Empresario con Videla, ni se aclaró si allí efectivamente se habló del golpe del 24 de marzo o se empezó a planificar el disciplinamiento feroz de la sociedad para la aplicación de un nuevo plan económico. Pero la presencia allí del descendiente de esclavistas y de financiadores del genocidio indígena pasó a ser irrelevante cuando Videla, inmediatamente después de dar el golpe, lo designó como su ministro de Economía.

Que su antepasado José de María haya sido esclavista y votado en contra del proceso de la independencia, que su bisabuelo haya financiado la Campaña del Desierto y que él mismo haya presionado a Videla para dar el golpe genocida del ’76, no son delitos penados por la ley. Ni siquiera es delito haber financiado o empujado a los militares a una carnicería. La saga Martínez de Hoz no mató con sus manos, simplemente se benefició de lo que otros hacían.

Cuando lo nombró Videla, Martínez de Hoz no era nuevo en esas lides. Desde varios años atrás se había convertido en consejero económico de militares golpistas. Tener cerca una oreja de uniforme era parte del negocio y la política de la época. Había sido ministro en Salta por el gobierno militar que derrocó a Perón en 1955. Y después le había sido impuesto por los militares al efímero presidente José María Guido en los ’60.

El trazo biográfico es tan grueso que parece el villano clásico de una historieta. Ya son pocos los villanos así, Martínez de Hoz forma parte de una raza en extinción. Ahora no tienen prosapia y la sociedad no cede tan groseramente ese lugar de poder en la oscuridad, el lugar de los que hablaban con presidentes y generales para poner y sacar ministros, presidentes y generales, del que impone medidas para enriquecerse y solamente aparece en las páginas sociales, nunca en las de política.

Videla dio el golpe del ’76 en función de los intereses económicos que representaba Martínez de Hoz. Ese fue el verdadero motivo. Y la función del ex ministro es la más horrenda porque de allí se derivan todos los crímenes que se cometieron. Pero esa función no se castiga.


Fuente: Página 12 - 05.05.2010

BOTON DE MUESTRA

En este reportaje de Alejandra Dandan y a propósito de su libro El Pibe, Gabriela Cerruti dice algunas cosas interesantes sobre las relaciones entre el poder económico y la política. Después de los conceptos generales citados en este post, creo que lo de Cerruti sirve para reafirmarlos con ejemplos concretos.


(...) – ¿Después de El jefe se encontró escribiendo con una mirada distinta?

– Me encontré más grande, con más lecturas encima y capacidad de ver la historia del país desde otro lugar. Me pareció fabuloso poder cerrar temas que había intuido con El jefe, como el desarrollo de una trama que en Argentina empieza en el '74/'75 y colapsa en 2001 que es la restauración de un modelo económico preperonista, en la que el menemismo era una expresión.
– ¿Por eso plantea a los Macri como un Estado paralelo?

– Cuando uno cubre política desde el periodismo se dedica a mirar a los políticos. En esas condiciones, la historia y la corrupción se cuentan desde los corruptos y no desde los corruptores. Esta historia te permite ver que muchas veces los políticos, que creen que tienen mucho poder, tienen solamente un poco de fama en el momento que están en el gobierno y manejan determinados hilos. Pero responden a intereses mucho mayores. Con los Macri se ve el poder permanente que duró todos estos años y es el que realmente toma las grandes decisiones económicas y, en muchos casos, políticas del país: y es el poder de los empresarios. La historia del grupo Macri es como Fiat en Italia: las decisiones del Estado muchas veces tienen que ver con lo que necesita la empresa en diferentes momentos.
– El libro retrata distintos gobiernos. Con Menem, por ejemplo, aparece la idea de un control casi total: los hombres de Socma pasan al Estado.

– Ellos tuvieron distintas relaciones con el Estado. Y eso es por las diferentes visiones que tienen del Estado tanto Franco Macri como Mauricio. Franco creía en la patria contratista, es oficialista. Mauricio en la financiera. Franco se hace amigo de los gobiernos, los lleva a comer a la quinta, les pide favores, les regala autos y aviones y saca las mayores contrataciones de la obra pública. Mauricio –me lo contó en una entrevista– se da cuenta a fines de los '80 que los Estados van a colapsar y que había que reconvertir todo en empresa de servicios para quedarse con las privatizaciones. No sólo reconvierte las empresas, sino que se lotea el gobierno de Menem para poner a los hombres de Socma a cargo de las privatizaciones.
– Es curioso porque se lo cuenta con naturalidad.

–Macri tiene el desparpajo de los ’90. Habla de las cosas que el resto de la sociedad ve mal. Como tiene sus propias reglas de juego dentro del grupo económico y en las clases sociales en las que están, naturaliza cosas que son barrabasadas. “Nosotros pusimos a Dromi”, dice. “A los mejores cuadros de Socma, pusimos directores y secretarios y después solamente nos quedamos con la ruta y el correo mientras otro se quedó con tal cosa y tal otra”. Otro ejemplo fue Carlos Grosso. En medio de una crisis económica del gobierno porteño, para que salgan los pagos de Manliba, nombran como secretario de Hacienda al gerente de Manliba.
– ¿Lo mismo había sucedido en la relación con López Rega y la dictadura?

– El primer cambio de los Macri empezó a fines del ’60, cuando de una pequeña empresa constructora se asocian con la empresa constructora de la Fiat en Argentina y a partir de ahí con el gobierno de Onganía. La relación con el entonces secretario de Industria y Energía les permitió empezar a quedarse con todas las grandes obras: Atucha, centrales eléctricas e hidroeléctricas, ahora millonarias. A comienzos de los ’70, tenían un rol más bien de lobbistas pero sin hacerle asco a nada. “Los empresarios tienen que ser oficialistas”, decía Franco Macri y se sentaban con López Rega para quedarse con la construcción de un plan de vivienda y le regalaron un mausoleo que quería para Olivos. Todo en medio de una trama de negocios en la que están involucrados con la Logia P2 y con acuerdos con Kadafi en Libia. Si uno ve la manera con la que llevan a cabo los negocios, hicieron el mismo tipo de lobby más tarde con Julio De Vido cuando se dijo que los chinos iban a venir a hacer todo, pero eran todas empresas de Macri.(...)

Después de leer estas y otras perlitas del reportaje, uno puede sentirse tranquilo y feliz (:P) de vivir en una ciudad "atendida por sus dueños". Y si se cumplen los sueños del líder amarillo o de su (ex-?) amigo el colorado, pronto el país entero quedará atendido por sus dueños.

Exabruptos : Clarin miente .... pero el resto no se queda atras

Contaba Florencia Peña en Perfil que ella estaba en una presunta "lista negra" en Clarín:

"¡No les parece grave que yo como actriz no tenga hoy muchos medios donde hablar! El otro día festejamos las cien funciones [de la obra "Un dios salvaje", en el Paseo La Plaza] y ningún medio del monopolio estaba", denuncia y agrega: "Yo que estoy en contra de determinados medios, el grupo Clarín, no me hace notas".

Parece que exageró un poquito. Clarín le recordó a la actriz que:



"El jueves 14 de enero de este año, ella fue la tapa del Suplemento Espectáculos con Gabriel Goity, su compañero de elenco en la obra de Yasmina Reza. La nota se hizo sin que influyera en algo el que Florencia, en una entrevista en el diario Miradas al Sur el 18 de octubre, hubiese puesto en duda la credibilidad periodística de Clarín. En esta sección, Telones..., el 20 de enero, se publicaron varias fotos de famosos asistiendo al estreno de su obra. Y un día después se publicó la crítica de la obra donde se la calificó como "Muy buena". También volvió a aparecer en Telones..., cuando cumplieron las primeras 100 funciones con una foto del elenco brindando por ese motivo."

Una rápida búsqueda en Google muestra que Florencia Peña no resiste un archivo. O, quien sabe, por ahí la función es maximizar prensa. Liso y llano. ¿Se lo preguntará Luciano "jeje" Galende la próxima vez que la tenga enfrente?

miércoles, 12 de mayo de 2010

EL CELIBATO EXPLICA EL ABUSO SEXUAL ?

En defensa del celibato sacerdotal, el cardenal Tarcisio Bertone -tan mano de derecha de Ratzinger como éste lo fue de Wojtyla-- dijo que los abusos sexuales del clero se explican porque los abusadores son homosexuales. Bertone, cómplice del ocultamiento de miles de curas paidófilos, puso una ficha más a la tesis del fiscal del Santo Oficio, Carlos Scicluna, quien sostiene que la mayoría de los curas no abusan de niños sino de adolescentes a partir de 12 años. Y eso ya no sería paidofilia sino "homosexualidad efébica". Hay una batería de psiquiatras clericales repitiendo la especie.

El cavernícola paralelo entre homosexualidad y violencia sexual contra menores no sólo intenta convertir en chivos expiatorios a los homosexuales, en pleno avance del matrimonio entre personas del mismo sexo. Bertone apunta contra los obispos que reclaman que la Iglesia derogue el celibato, en la idea de que así va a frenar la fuga de fieles, repoblar los vaciados seminarios y conventos, y, sobre todo, disminuir los ataques sexuales de los sacerdotes contra menores. Es una demanda añeja de los "obispos progresistas" pero, ante la amenaza de que el derrumbe de Ratzinger arrastre a la Iglesia toda, la ha hecho suya hasta el ex cardenal de Milán, el jesuita Carlo María Martini.

Todas patrañas

El abuso sexual no guarda relación con la inclinación sexual (homo o hétero) de quien lo perpetra. Expresa el impulso de dominar y lastimar a quien el abusador considera inferior y débil. Cumple el mismo fin que la violación contra las mujeres: el victimario, a través de la tortura, despliega su poder y se alivia... hasta la próxima víctima. Es violencia infligida a través de la sexualidad, no sexualidad actuada por medio de la violencia. El obispo de Tenerife, Bernardo Alvarez, afirma que "hay menores que desean el abuso e incluso te provocan". Merecen el castigo, le faltó decir. El arzobispo de Granada, Javier Martínez, defendió las violaciones a las mujeres que abortan, ya que "matar a un niño indefenso da a los varones licencia absoluta, sin límites, de abusar del cuerpo de la mujer". Otro castigo.

La idea de una humanidad pecadora y disvaliosa, a la que esperan los más horribles castigos post mortem si no obedece al Señor y a todos los señores, fue una herramienta eficaz de sujeción durante siglos. El clero reforzó su verosimilitud castigando sin piedad a quienes la desobedecían y avalando los castigos a los desobedientes.

Uno de los sustentos teóricos de la sexofobia de la Iglesia --para la que toda sexualidad es antinatural, excepto cuando tiene fines reproductivos y está al margen del placer-- es que las personas libran un eterno combate entre el cuerpo (sucio) y el alma (pura). Muchas instituciones católicas continúan obligando a sus pupilos a bañarse con un camisolín para que no vean ni toquen su propio cuerpo y se libren, así, de "las tentaciones de la carne". Desde Dickens hasta los testimonios de víctimas de abuso, sobran relatos de las golpizas recibidas porque -muerta de hambre, de miedo o de frío- una criatura abrazó a otra. Tocar, para un religioso, no es un acto de amor. Es un acto de degradación que debe ser aceptado porque "la mortificación del cuerpo purifica la corruptible carne". La glorificación clerical del sufrimiento cumple una función social inocultable: los pesares y las injusticias deben aceptarse resignadamente porque aportan a la Salvación Post Mórtem.

La nostalgia por una etapa histórica basada en el "derecho natural" atraviesa todas las encíclicas de Ratzinger, que culpa de la crisis capitalista a las ideas igualitaristas de la revolución francesa y a la imposición del laicismo por sobre las leyes divinas que él dice traducir y estima más útiles para controlar a las masas.

¿Cómo no va a estar plagada de abusadores una institución jerárquica y despótica, cuya "misión evangélica" la autorizó a asesinar directamente o por procuración a los infieles, los reformistas, los herejes, los indios, las brujas de la Inquisición, los esclavos? No es cosa del pasado: es lo que hicieron con los desaparecidos cuando absolvían a los represores de Videla en las salas de tortura y es lo que hacen cuando condenan a muerte a millares impidiendo la legalización del aborto o el uso de preservativos en plena epidemia de sida

Pero, además, la Iglesia es la más brutal legitimadora de la violencia del más fuerte. El "infierno" es un campo de torturas eterno donde dios castiga sin apelación a las almas desobedientes. El artista León Ferrari lo ha denunciado como la legitimación ideológica de todos los campos de tortura terrenales.

En síntesis, la derogación del celibato puede aliviar por un tiempo el descrédito de la Santa Iglesia Paidófila. Pero no evitará las violencias del clero, incluida la sexual. No es un erotismo insatisfecho e irrefrenable lo que los lleva a abusar de los menores. Si fuera sólo un loco frenesí, alguna vez se equivocarían de víctima y violarían a un cardenal. Violan a los más débiles porque sostienen que los más fuertes (dios y sus representantes) tienen derecho absoluto sobre los más débiles (los simples mortales) y que éstos deben someterse en silencio. Mientras haya Iglesia, los curas seguirán cometiendo las aberraciones que son constitutivas de la cosmovisión cristiana.
Olga CristóbaL

EL APOCALIPSIS SEGUN SAN ANIBAL

¨A los tibios los vomita Dios ¨declaraba sin tapujos un celebre fascista carapintada del siglo pasado, e inconcientemente le salio un discipulo:Don Anibal, los tibios significaria no estar ni de un lado , ni del otro, como posiciones opuestas , todo el significado de un mundo , no hay posicionamientos relativos
Don Anibal le gusta hablar de macroeconomia a una modelo que simplemente habla de lo caro que esta la vida , claro el pbi sube 5 o 6% pero no se refleja en las carnicerias , a Don Anibal le cuesta menos mancharse su bigote comiendo fideos con tuco ,que tener tacto para hablar en los medios .
El gobierno declara la representatividad del crecimiento económico y a veces sólo ayuda si no hacen un desastre. Para el Gobierno en 2009 no hubo recesión y este año no hay inflación. Y para la oposición el año pasado hubo recesión y desocupación y este año hay inflación. En ninguno de los dos discursos se reconocen las dos cosas que hay: crecimiento económico e inflación.
La inflación, caracteristica principal o enfermedad de las sociedades capitalistas, hay en todo el mundo
en la Argentina hay una inflación promedio del 17 por ciento anual ,es como una inflación inercial: todo está atado a esa zona. Y hay muchas opiniones. Desde la izquierda dicen que hay que recomponer salarios y tienen razón. Pero los empresarios se quejan porque llevan tres años de aumentos salariales al 19 por ciento promedio y lo trasladan a los precios, entonces no hay forma distribuitiva que se banque
Como reinstalar el discurso de "libertad de prensa" a grupos económicos que defendieron sus intereses con una lógica empresarial que desnudó la "libertad de empresa"? ¿Cómo revertís el cambio de mentalidad de mucha gente sobre como leer los diarios o mirar television , Querido Anibal ? persiguiendo , presionando a pensadores independientes con una logica cuasi macartista ?
El caso de clarin es problema de la justicia ,no del estado , ya si que leyeramos el analisis del juez Ballesteros sobre la deuda externa, clarin como muchas otras empresas , celulosa , algunos bancos , etc con un dictamen justo, deberian ser propiedad del estado y sus directivos juzgados, o al menos , en el caso clarin, tenes la opcion de juzgarlos por atentar contra la democracia , ya que otros gobiernos en el pasado usaron esta figura juridica ; pero se prefiere la confrontacion , la guerra , donde gracias a la intolerancia ,quedan en el medio muchos trabajadores honestos con el titulo de ¨gorilas¨o que tu discurso le sirve a la derecha , cuando en realidad la oposicion , que es muy mediocre , se sirve de las palabras y actitudes de don Anibal y sus militantes para posicionarse
O como el tema sojero , que te hacian estar de un lado o del otro , la confrontacion absurda ,nadie pensaba sobre los consumidores internos o sobre lo mal que la pasan los peones del campo , y todo se hubiese diluido si un dia se despertaba el peronismo , nacionalizando el comercio exterior , ya lo hizo Venezuela y lo habia hecho el mismisimo Peron que creo un instituto como el iapi , pero si uno pide profundizar lo tildan de gorila , que se le va a hacer
El apocalipsis segun san Anibal lo sigue escribiendo don Fernandez , cuanto tiempo de intolerancia quedara ?

LAS CARAS DEL PERONISMO

Por José Pablo Feinmann

No creo en la “objetividad” de la historia. No creo en la “distancia” que se establece desde ciertos parámetros para juzgar un hecho histórico. El historiador –por honesto que sea– juzga desde su contexto (es decir, juzga, él, “en contexto”, puesto “en situación”), condicionado por su momento histórico, por su formación historiográfica, por el elemento histórico-social y político en que se ha formado (con el que logró romper o no, al que logró “superar” o no) y con sus recelos, sus pasiones, sus adhesiones y rechazos. No hay historiador impune. Puede –según su amor a la verdad– esforzarse por buscarla. Puede dejar de lado cosas que le duelen. Que fueron, para él, verdaderas y su investigación le ha mostrado que no, y él, honesto, lo admite. Pero todo esto es infrecuente.

Más compleja es aún la diafanidad de la respuesta si el objeto puesto bajo investigación presenta aristas múltiples y contradictorias. Todo argentino ha vivido la experiencia de recibir o encontrarse con un extranjero, con un azorado visitante de nuestro convulsionado espacio histórico y recibir la pregunta tradicional, ya inevitable: “Pero, ¿qué es el peronismo?”. Lo que nos decimos a nosotros mismos es –más que a menudo– ¿cómo vamos a responder a esa pregunta si nosotros mismos no tenemos respuesta para ella? Por fin, el visitante se resigna a no recibir la respuesta y se consagra a la elusiva tarea de buscarla por sí misma. La pregunta se transforma de inmediato en una certeza: los argentinos son unos tipos tan raros que han creado algo que no tiene definición posible o que es, esa definición, tan errática, evanescente, escurridiza que se nos escapa cuando creemos aprehenderla. A veces llegan a una conclusión: los argentinos no saben qué es el peronismo porque no sabén qué son ellos. Y a otra: qué divertido es este país. En Europa –sobre todo en cierto países– nos aburrimos moderadamente, no en exceso porque no hay excesos ahí. En Europa –como dice Heidegger en ese reportaje póstumo en Der Spiegel– “todo funciona”. En Argentina, las pocas cosas que funcionan no se entienden. En busca de algún acercamiento a este objeto teórico y práctico de a veces oscura y a veces luminosa fascinación ofrecemos los siguientes aproximativos apuntes.

Lo mejor para saber qué es el peronismo es no ser peronista ni antiperonista. Hay que estar abierto. Recibir lo que se recibe. Y posponer el juicio hasta encontrar algo semejante a la verdad. Que sólo vendrá luego de algunas arduas búsquedas. Veamos.

La idea pragmática y aditiva que tenía Perón de la política repercutió sobre la posible identidad peronista tornándola cambiante. El peronismo pudo así tener muchas caras y ninguna. Enumeremos: 1) nace como un movimiento nacional y popular. Un líder carismático ubicado en la centralidad de la esfera militar aglutina la adhesión de las mayorías. Se produce una integración de los migrantes internos al proceso productivo. Estas migraciones se debían a los procesos de sustitución de importación que se venían produciendo desde mediados de la década del treinta. La crisis del veintinueve, la guerra europea luego forzaron al país semicolonial a desarrollar una industria liviana ante la imposibilidad de la metrópoli de entregar las manufacturas que entregaba en medio de su prosperidad a cambio de nuestros productos primarios. Se crea una pujante industria liviana. Se crean, de este modo, muchas, muchísimas fuentes de trabajo. Hay dos clases de obreros en este origen del movimiento peronista: obreros con experiencia sindical, obreros nuevos sin esa experiencia. Los segundos adhieren masivamente al peronismo. Los primeros, menos. Se crea un sindicalismo desde el Estado. Desde el Departamento Nacional del Trabajo y luego desde la Secretaría de Trabajo y Previsión un coronel obrerista, que se desprende de los siderúrgicos del GOU, sabe captar a los nuevos contingentes obreros y los nuclea en un partido que él no había creado, el Laborista, que lideraba Cipriano Reyes, y en un sindicalismo que será la columna vertebral del peronismo. Se impulsan las nacionalizaciones. En 1949 se reforma la Constitución y se introduce en ella un artículo –el 40– que proclama inalienables las fuentes minerales del país. Hay una redistribución del ingreso. En el primer gobierno peronista los obreros llegan a participar del 53 por ciento de la renta nacional. Los obreros quieren a Perón y Perón les dice que son lo mejor que tiene la patria y que hará, siempre “lo que el pueblo quiera”. Hay una fuerte dinámica histórica. Son los años que la fraseología justicialista llama de “la felicidad del pueblo y la grandeza de la nación”. Años que permanecerán fuertemente grabados en la memoria de quienes se vieron protegidos, de quienes hallaron su plenitud histórica en ellos; 2) a partir de 1951, con la misión Cereijo a Estados Unidos y luego con la visita de Milton Eisenhower, el peronismo se vuelca hacia las inversiones extranjeras y convoca al Congreso de la Productividad. En 1951 se declara el estado de guerra interno en respuesta al golpe del general Benjamín Menéndez. Esta situación deriva en un autoritarismo político que acerca al peronismo al modelo de las dictaduras latinoamericanas de la época. Por último, el acercamiento a Estados Unidos tiene como fruto previsible el contrato con la petrolera California, que pertenece a la Standard Oil, en contradicción con el artículo 40 de la Constitución Justicialista, al que Scalabrini Ortiz había llamado “bastión de nuestra soberanía”. Arturo Frondizi escribe su libro acusatorio Petróleo y política, cuyas tesis habrá de trastrocar durante su gobierno; 3) entre 1955 y 1969, con Perón en el exilio, con Patrón Laplacette (¡qué nombre para un enemigo de los obreros!) en la intervención de la CGT por medio de la revolución del ’55, el peronismo se vuelve combativo y fierrero. Pone caños por todas partes. El caño era un pequeño explosivo que los sindicalistas utilizaban en sus actos de sabotaje. John William Cooke, el ala izquierda del peronismo, es el delegado personal de Perón. Hasta Vandor pone caños; 4) durante los sesenta, con Vandor a la cabeza, el sindicalismo ensaya un experimento de “peronismo sin Perón” para conciliar con el poder militar. Fracasa; 5) a partir de 1969, se produce una de las más trágicas y fascinantes invenciones que abrevan en el peronismo, que surge de él, de su historia, aunque no la protagonicen los obreros sino los sectores radicalizados de la juventud de clase media. Es la izquierda peronista. Copada, a partir de mediados de 1972, cuando la Juventud Peronista empieza a denominarse Tendencia Revolucionaria del Movimiento Peronista, por los Montoneros, que en mayo de 1970 habían matado al general Aramburu, responsable de los fusilamientos del ’56 y de las matanzas en los basurales de José León Suárez de treinta personas –no todas claramente peronistas– cuya historia reconstruirá Rodolfo Walsh en Operación masacre. Sólo uno se salva: el militante peronista Julio Troxler. Perón, ahora, es el hecho maldito. Evita es cheguevarizada. Se afirma la guerrilla, a la que Perón da el nombre de formaciones especiales. Este periplo de la izquierda peronista debe interpretarse como uno de los más grandes esfuerzos de la izquierda argentina por comprender y acercarse a una clase obrera siempre inasible para ella. Se produce no sólo la invención del peronismo, sino la invención de Perón, a quien se transforma en un líder revolucionario que responde a los imperativos de la época; 6) durante su tercer gobierno, Perón da cobertura política a la derecha de su movimiento. Ya no puede ser el padre eterno. Ya no es el mito lejano. En Ezeiza se historiza. El, ahora, es una más de las contradicciones que desde Madrid creía manejar como un gran ajedrecista de la historia. El mito queda atrás, Perón es carnal, tiene un cuerpo presente y ese cuerpo está enfermo. Intenta –ante la acción cuestionadora de la izquierda peronista, hegemonizada por Montoneros– una política aperturista con los radicales. Ya no dice: “Para un peronista no debe haber nada mejor que un peronista”. Dice: “Para un argentino no debe haber nada mejor que un argentino”. Lenguaje que suena irritativo para la sensibilidad combativa y clasista de la izquierda radicalizada, que aún enarbola al peronismo de la maldición; 7) Perón se muere. El peronismo queda en manos de Isabel Martínez y López Rega. ¿Hay ruptura o acentuación de tendencias entre el gobierno de Perón y el de Isabel y Lopecito? Crímenes de la Triple A; 8) se pierden las elecciones de 1983. El peronismo decide renovarse. Impulsa un intento socialdemócrata que trata de conjugar la idea de la comunidad organizada con la de democracia; 9) con Menem se inventa el peronismo que desarticula lo que el primer peronismo había hecho. Surge un peronismo liberal, conservador, privatista, socialmente insensible. Menem gobierna sin resistencias serias dentro del movimiento y con la adhesión entusiasta de la oligarquía y el empresariado nacional y transnacional. En suma: el peronismo fue nacional popular e intervencionista de Estado entre 1946 y 1951, autoritario y amigo de las inversiones extranjeras entre 1952 (o ’53) y 1955, resistente obrero y hecho maldito eleccionario entre 1955 y 1969 (también, aquí, conciliador y vandorista, amigo de los militares del ’66), socialista, marxista leninista y guerrillero entre 1969 y 1973, fascista y terrorista de Estado entre 1974 y 1976, socialdemócrata y renovador entre 1986 y 1989, liberal, conservador y privatista a partir de 1989. A partir de 2003 tiene un fuerte compromiso con los derechos humanos. Incorpora al gobierno a varios valiosos cuadros de la generación del ’70. Pero (contrariamente al primer peronismo que protagonizó un proceso de acumulación con distribución) insiste en un proceso de acumulación sin distribución. Lo que le permite a la revista Barcelona una de sus tapas más provocativas: “La distribución ya la hicimos. Lástima que no nos alcanzó para los pobres”. ¿Vendrá un neoperonismo distributivo con Cristina Fernández? ¿Quién puede decirlo? Porque, según se ha visto, nadie puede decir QUE ES el peronismo. Como nadie puede decir qué es ser argentino. Habrá que insistir en esa búsqueda.

lunes, 10 de mayo de 2010

ARDE MEMORIA

Tenía 51 años, era viuda, tenía dos hijos. Su voz, su memoria, su coraje fueron fundamentales en el largo camino que todavía recorre la Justicia para alcanzar a los responsables del genocidio perpetrado durante la última dictadura militar en Argentina. En su cuerpo llevaba las marcas de la tortura, la violación y un aborto producto de esa otra forma de tortura sistemática. Nueve puñaladas terminaron con su vida hace apenas diez días, en un hecho que mientras no esté esclarecido completamente guarda la sospecha de estar destinado no sólo a callarla, sino también a amedrentar al resto de los hombres y las mujeres que siguen dando testimonio en cientos de causas todavía abiertas. Como si quisiera ponerse a girar otra vez la correa de transmisión del terror con que los genocidas quisieron asegurar su propia impunidad. Pero el miedo, dicen quienes sobrevivieron y lo prueban sus testimonios, no alcanza a paralizar la búsqueda de justicia, la necesidad de seguir haciendo hablar a la memoria. Aunque duela, aunque arda.

Durante más de 30 años, Silvia Suppo y su compañero Jorge "Corcho" Destefani lucharon por memoria y justicia en Rafaela, la conservadora ciudad de 100 mil habitantes llamada la Perla del Oeste Santafesino, donde florece la economía y permanece el espíritu de la inmigración piamontesa. Eran compañeros de militancia cuando fueron secuestrados, el 24 de mayo de 1977, y derivados juntos a centros clandestinos de detención de la capital provincial. Decidieron volver a su ciudad, contra viento y marea, cuando fueron liberados, ella después de un año y medio, él tras cinco años de cautiverio. Armaron una pareja, tuvieron dos hijos, llevaron adelante la talabartería Siempre Cuero, en el centro de la ciudad, construyeron una casa luminosa y nunca jamás dejaron de lado la militancia. Todos los 24 de marzo organizaron actos conmemorativos, invitaron a Estela de Carlotto, impulsaron los juicios contra represores. En octubre del año pasado, Silvia dio un testimonio clave en la causa Brusa, y recordó a su compañero, que había fallecido pocos meses antes por una enfermedad. El lunes 29 de marzo, a media mañana, Silvia atendía su negocio. Ilusionada porque en pocos días viajaba a París a visitar a su hermano. Entre las 9 y las 10, le asestaron 9 puñaladas. La dejaron detrás del mostrador, y fue encontrada un rato después, por una clienta ocasional. Murió cerca del mediodía, en el Hospital Jaime Ferré. "Sostenemos la hipótesis del asesinato político hasta que se nos demuestre lo contrario con una investigación convincente", afirma Marina, su hija, después de la marcha que convocó a la enormidad de 1200 personas -en Rafaela-, para pedir el "total esclarecimiento". Aunque el fiscal Rodolfo Zehnder y el juez Alejandro Mognaschi trabajen sobre la hipótesis principal de homicidio en ocasión de robo, el ensañamiento del crimen deja más dudas que certezas.

Y pone en carne viva heridas muy actuales para los testigos-sobrevivientes. "Esto provoca un profundo dolor, un dolor que siento por primera vez de esta manera. Por la historia compartida. Y no sé cómo vamos a sanarlo. Porque nosotras le encontramos la vuelta al juicio, a lograr sentencia, pero esto es un dolor al que no le encuentro palabras", expresa entre lágrimas Stella Vallejos, compañera de cautiverio de Silvia en la Guardia de Infantería Reforzada de Santa Fe. Las unía esa relación profunda que quedó como marca de vida entre prisioneras políticas que la pasaron juntas. Se visitaban cada tanto, compartían las instancias del juicio a Brusa, festejaron juntas la sentencia. En esa causa fueron condenados, el 21 de diciembre pasado, el ex juez Víctor Brusa, Juan Calixto Perizotti, María Eva Aebi, Mario Facino, Héctor Colombini y Eduardo "Curro" Ramos a penas de entre 19 y 23 años de prisión.

Mientras no esté esclarecido, lo ocurrido con Silvia actualiza el horror de la desaparición de Jorge Julio López. "En la Argentina, dar testimonio en los juicios sigue siendo exponer la vida", consideró la historiadora Andrea Andújar. Así lo viven las personas que están próximas a dar testimonio, aunque no las amedrenta. "Creo que todos somos conscientes de dónde estamos declarando y sobre qué estamos declarando. Pero es el acompañamiento de la sociedad lo que más nos protege y que se entienda que no se trata de casos cerrados, que falta mucho para investigar, con poderes económicos que los sustentan, como ocurre en el caso de los supuestos hijos de Ernestina Herrera de Noble", considera Liliana Gómez, testigo de la megacausa Feced, que está por iniciarse en Rosario. Por su parte, Adriana Calvo, de la Asociación de Ex Detenidos y Desaparecidos, subraya que los testigos sobrevivientes han roto el mandato de ser correa de transmisión del terror. "Nosotros pudimos dar testimonio para luchar por justicia", afirmó. Las palabras de los sobrevivientes no sólo traen al presente a los desaparecidos, cuyo lugar de aparición es la memoria, sino que también urden la trama para construir un futuro con justicia.

Una testigo importante

El testimonio de Silvia fue importante, porque había podido verles la cara a los represores cuando la llevaron a reponerse de un aborto en el Centro Clandestino de Detención La Casita. Silvia se refirió específicamente a la violencia sexual como otra forma de tortura. Le llevó años ponerle nombre pero, cuando lo hizo, no dudó. Recordó que se dio cuenta de su embarazo cuando ya la habían trasladado desde el CCD de la Comisaría 4ª al GIR. Perizotti -responsable de su lugar de detención- le dijo que debían "reparar el error". Ella tenía 18 años. En una entrevista para LasI12, el año pasado, Silvia recordó su indignación ante las palabras de Perizotti. "Como si hubiera sido un error. Me quedé helada cuando me dijo eso. No fue ningún error, tres personas no te violan por error. El lo decía como si hubiera sido obra de algún estúpido, como si no lo hubieran utilizado como método", dijo Silvia. Su testimonio -como el de las otras testigos- no sólo tuvo el valor de acusar a los represores, sino que también puso las cosas en su lugar: las violaciones fueron otra forma, específica, de tortura. No le resultó fácil decirlo.

Por eso, el acto del último 24 de marzo en Santa Fe fue distinto. Leyeron la sentencia. En otra ocasión, los y las querellantes le entregaron una copia al gobernador Hermes Binner y a la vicegobernadora Griselda Tessio. Ella -que fue fiscal en causas por los derechos humanos- fue la única funcionaria provincial que salió a hablar de la posibilidad de "sicarios". Es decir, de un crimen por encargo.

La escena del crimen

En la misma semana del asesinato, dos jóvenes fueron detenidos como sospechosos. Rodrigo Sosa, un muchacho de 19 años que se ganaba la vida lavando autos, conocido como Sosita, y su primo Rodolfo Cóceres, de 22. A Sosita, Silvia lo conocía porque de vez en cuando el chico le lavaba el auto. Los sospechosos aseguraron que habían entrado a robar y se adjudicaron el crimen, que negaron haber cometido por encargo. Las pocas cosas que habían robado, y el presunto celular de la víctima, estaban en casa de unos familiares de Cóceres. Pero una nota publicada el domingo pasado en Página/12 por Juan Carlos Tizziani detalla algunas contradicciones: los jóvenes dijeron que la habían asesinado en la parte de adelante del comercio, y luego la arrastraron hasta detrás del mostrador, pero no hay ni una gota de sangre en todo el trayecto. También los sospechosos dijeron que Silvia se había resistido el robo, y por eso la mataron. Pero la perito de parte Dolores Perassolo no vio heridas defensivas y cortantes en las manos ni los brazos. Desde el primer día, los hijos de Silvia consideraron imposible que su madre se resistiera a un robo.

Otro punto es la contaminación de la escena del crimen. La abogada de Hijos de Santa Fe, Lucila Puyol -que junto a su colega Guillermo Munne representa a los hijos de Silvia-, afirmó: "Desde el primer momento cuestionamos cómo se contaminó la escena del crimen. Cuando la policía llegó al lugar, comenzó a tomar huellas, y había mucha gente adentro del comercio. A tal punto que, cuando entraron los hijos, ellos tuvieron que echar a los curiosos. No había ni siquiera un vallado, y eso es significativo, porque esas horas son fundamentales". La profesional también criticó que la fiscal subrogante de ese momento, Cristina Fortunato, no fuera convocada por la policía para las primeras medidas. "Ese mismo día, cuando fuimos a hablar con la fiscal, ella ni siquiera había sido notificada, le avisaron después de que la inspección había concluido", rememoró Puyol.

Después de reunirse con el fiscal, la abogada consideró que "el ensañamiento y la alevosía nos impiden plantear un homicidio en ocasión de robo, puede ser por encargo, o por lo menos calificado por la alevosía". Y señaló que "la policía está intentando cerrar rápidamente la causa. Pero, como dicen los hijos de Silvia, deberá haber un proceso que demuestre realmente cómo ocurrieron los hechos, porque ella, en calidad de testigo de crímenes de lesa humanidad, puede haber sido víctima de un atentado como hubo tantos otros".

La propia Puyol sufrió, el año pasado, el robo de su estudio jurídico, del que -justamente- faltaron los discos rígidos de las computadoras. La investigación policial cerró rápidamente como un robo común. Por eso Hijos seccional Santa Fe alertó el mismo día del crimen que no se podía circunscribir la investigación. En ese sentido, Munné reclamó al Estado que, "si como dicen las autoridades policiales, judiciales y del Ejecutivo, no se descarta la hipótesis del ataque a Silvia como testigo de crímenes de lesa humanidad, esa hipótesis debe ser trabajaba con un esquema investigativo de más amplio alcance que la del delito común. Es lo mejor para la tranquilidad de los testigos, que una situación así no se minimice, porque la vulnerabilidad se hace más grande si ante una situación de semejante gravedad no se profundiza realmente la investigación".

En esa línea, Puyol consideró imprescindible que el Estado no cristalice la impunidad, algo que ocurre "si no se investigan los hechos ocurridos, o terminan en nada, sin responsables, sin saber quiénes los sostienen, porque acá hay recursos económicos y humanos. Se necesitan recursos materiales y gente, no los hacen los represores que tienen entre 70 y 80 años". La teoría del sicario tiene que ver "con las dudas acerca de si podría haber sido un crimen por encargo, por la calidad de testigo de Silvia. Pero en la causa todavía no hay elementos en ningún sentido. Está en las preliminares".

Otra causa

Lo cierto es que Silvia era denunciante en una causa que investiga el Juzgado Federal número 1 de Santa Fe, por la desaparición de Reinaldo Hattemer, que fue secuestrado el 25 de enero de 1977 en una iglesia de Rafaela, a la que había concurrido para presenciar el casamiento de uno de sus hermanos. Silvia reconoció a cuatro personas de su ciudad, y volvió a reconocerlos cuatro meses después, cuando la secuestraron a ella, a su hermano, Hugo Suppo, y a Destefani. De los cuatro acusados como secuestradores, dos fallecieron. Y otros dos viven en Rafaela. Uno de ellos está jubilado, y el otro trabaja en la seguridad privada de una empresa. "Hasta ahora las dos causas no están relacionadas. Una cosa es la que está en el Juzgado Federal, que continúa abierta. En esa causa, Silvia y su esposo fueron denunciantes. Por otro lado, está la causa por el asesinato de Silvia, en un Juzgado de Instrucción provincial, con Sosa y Cóceres como imputados", afirmó Puyol.

Como muchos testigos en causas por crímenes de lesa humanidad, Silvia sufrió amenazas e intimidaciones. Hace un año y medio, cuando concurrió a declarar en la etapa de instrucción de la causa Brusa, la intimidaron, con personas que se paraban amenazantes en la puerta de su negocio.

Valientes testigos

Con la causa por el asesinato de Silvia Suppo en estado preliminar, es imposible tener certezas. Sí que la víctima de un brutal asesinato fue una importante testigo contra represores en causas por crímenes de lesa humanidad. Y que en Rafaela ese tipo de asesinatos en ocasión de robo son del todo inusuales. La duda, el temor, el dolor que provoca su muerte tiene un efecto expansivo, así como el reclamo de justicia.

"El simple hecho de que nos surja la duda significa que las cosas no están claras y que sentimos que no hay una protección. Significa estar expuestos. Justamente, la protección es eso, que la sociedad tome conciencia de que estamos expuestos, que estamos juzgando genocidios, que algunos de los responsables no están procesados, que otros están prófugos, que no hay un control desde los organismos del Estado sobre qué visitas reciben y qué contactos tienen los que sí están presos. Y hay muchos con prisión domiciliaria", planteó Liliana Gómez, quien cuestionó fuertemente la respuesta del Programa de Protección de Testigos de la provincia, a cargo de Oscar Blando. "Lo primero que salieron a decir fue que Silvia no estaba en el programa. Eso nos resulta extorsivo. Quiere decir que sólo cuidan a los testigos que están en el programa. Fue una respuesta que a mí me molestó muchísimo. No es una respuesta política para dar", apuntó la testigo de la causa Feced. Para ella, las dudas que genera el asesinato de Silvia, así como la certezas de la desaparición de Jorge Julio López, "significan que el tema todavía está vivo".

Testigo de la misma causa que Silvia, y con gran cercanía afectiva hacia ella, Stella Vallejos no deja de pensar en el valor del testimonio. "Queremos ser cuidadosas, porque este tipo de hechos tienen el objetivo de amedrentar, y no queremos replicarlo", afirma Vallejos. ¿Qué significa dar testimonio? "Es una experiencia dolorosa, es exponer todo lo que nos pasó, pero es liberadora, te libera porque contribuís a la reconstrucción histórica, hacés una contribución a terminar con la impunidad, y eso no tiene precio. Lamentablemente tenemos un testigo desaparecido y una muerte que necesitamos esclarecer. Yo voy a seguir dando testimonio porque fui querellante en una causa pero voy a ser testigo en otras", afirma.

Por su parte, Adriana Calvo, de la Asociación de Ex Detenidos y Desaparecidos, admitió que crímenes como el de Silvia "por supuesto que generan temor, como lo generó el secuestro de Julio López, y en ese caso incluso no había ninguna duda sobre el motivo. En este puede quedarle a alguien alguna duda. Nosotros pensamos que, hasta que se demuestre lo contrario, esto tiene objetivos políticos, de amedrentar, de amenazar brutalmente a los testigos". La sobreviviente afirmó que "generar temor es uno de los fines que buscan. Los que hace mucho que estamos en esto sabemos que no está mal tener miedo, lo que hay que lograr es que no te paralice".

Entre los mandatos que los genocidios dejaron en la sociedad, uno de ellos fue que los sobrevivientes actúen como cadena de transmisión del terror. "Ese fue el objetivo de que hubiera sobrevivientes. Pero desde la Asociación nosotros decimos que logramos vencer ese mandato. Porque logramos hacer testimonio sin transmitir el horror sino la lucha de los compañeros, quiénes eran, por qué los llevaron, la resistencia posible en los campos de concentración, la exigencia de justicia. Nosotros logramos vencer ese mandato porque seguimos luchando, y el terror no logró su objetivo, que es paralizar", afirmó la testigo en la causa ESMA. Para muchos -como lo fue para Silvia- luchar por la justicia fue un motivo de vida. "La parte central de nuestra militancia fue dedicada a eso. Nos parece que en ese sentido hemos roto el mandato de los genocidas."

La razon de su vida

¿Silvia tenía miedo? Marina, su hija, de 24 años, no duda ni un instante. "Nunca tuvo miedo. Al contrario, luchaba. El miedo mayor de ella era la injusticia y la impunidad, esos eran sus fantasmas." Por eso, rememora, cuando declaró en la causa Brusa "se sacó un gran peso de encima". Y se cuela el recuerdo de su madre cuidando de ella y su hermano Andrés. "Nosotros sabíamos algo, pero ella fue esperando nuestros procesos intelectuales y psicológicos, para que pudiéramos asumir lo que tuvo que vivir nuestra madre. Ella nos protegió de estas cuestiones violentas y morbosas que no formaban parte del legado que querían dejarnos", apunta Marina.

Convocada a hablar de la persona que fue Silvia Suppo, que a los 18 años estudiaba enfermería y era militante de la Juventud Peronista, Marina subraya "el compromiso" que mantuvo durante toda su vida, que llegó hasta los 51 años. Marina recuerda que su madre "fue una luchadora, una militante de toda su vida, en todos los planos que implica para una persona. Siempre tuvo coherencia, a pesar de toda la impunidad. Calculá que recién después de 30 años pudo mandar presas a las personas implicadas. Pero no pudieron romperla ideológicamente, no pudieron corromperla. Ese fue el gran triunfo de ella, de su generación, de los sobrevivientes de aquellos años".

Marina quiere subrayar el legado político de su madre no sólo en los grandes gestos sino también en la vida cotidiana. "Desde cómo nos educó, desde el amor, pero también con esa coherencia, siempre buscando la justicia, la verdad, siempre yendo por el lado democrático, en el acto más mínimo, que supone hacer la comida, desde decisiones cotidianas y triviales, qué jugo comprar, qué información darnos, a qué escuela ir, fue muy coherente toda su vida". Por eso, considera importante recordar a su madre por el "lado humano, que es político, porque tiene que ver con la ética". Y recuerda que su mamá y su papá hicieron "una opción política. Podrían haberse perdido en el anonimato de una ciudad más grande, pero decidieron emprender su vida acá contra viento y marea. Fue muy difícil cargar con ese pasado, que ahora nos da orgullo pero en algún momento fue una carga. Ellos tuvieron mucho miedo de cómo eso nos podía afectar a mí y a Andrés. Eso lo valoro mucho, que en esta ciudad que aún es conservadora, pero lo era mucho más hace 30 años, ellos salieran a denunciar lo que les pasó".

Para Marina, no es casual la reacción de la ciudad. "El acercamiento que tuvimos fue mayor de lo esperado, el grado de compromiso que han manifestado, tanto los poderes del Estado como las organizaciones no gubernamentales, el apoyo que recibimos, fue inesperado. Rafaela se mostró súper conmovida, se acercaron muchas personas que ni siquiera habían manifestado un interés político, se movilizaron muchísimo, y eso también lo tengo que reconocer", subrayó Marina.

El crimen de Silvia Suppo movilizó a Rafaela. "De inmediato se formó un grupo de amigos y compañeros de Marina para hacer algo en relación a lo que había pasado. Nos estamos reuniendo con otras organizaciones de Rafaela y con personas en particular para continuar la lucha por el esclarecimiento del asesinato", apuntó Dahiana Belfiori, del grupo de mujeres Enredaderas. Así llegaron a la marcha del Viernes Santo, cuando juntaron la enormidad de 1200 personas, en una ciudad de 100 mil, con altos índices de apatía.

Es que Silvia y Corcho no estuvieron tan acompañados como en las grandes ciudades en su lucha por los derechos humanos, aunque últimamente veían los frutos de su prédica. "Era una mujer muy entera que junto a su compañero llevaron la lucha en mucha soledad. Pero evidentemente la semilla está plantada, porque ahora somos muchos y muchas los que estamos preocupados y activando para que se esclarezca su crimen", consideró Belfiori.

Publicado en Página 12 (viernes 9 de abril de 2010)

sábado, 8 de mayo de 2010

LOS K REPUDIAN ESCRACHES A PERIODISTAS DE CLARIN

El Senado fue testimonio, el pasado miércoles 28, de la infinita capacidad de hipocresía de la política de turno. Todos los bloques, en esa sesión, coincidieron en repudiar los escraches que el aparato paralelo de los K montó contra un grupo de periodistas de Clarín. Los senadores K levantaron la mano a favor del repudio, con el mismo cinismo con que lo hicieron los opositores. Los primeros escondieron la mano después de tirar la piedra y carecieron de la valentía para defender sus propias acciones –incluso las que emprenden contra ‘el monopolio’. Los opositores fueron incapaces de poner nombre y apellido al repudio y se prestaron a ocultar la autoría del atropello, para reducirlo a una proclama por la libertad de expresión. Al día siguiente, para duplicar su cobardía, los K pegaron el faltazo al ‘juicio ético y político’ contra los mismos periodistas. Los autores del escrache fueron incapaces de insertar en la declaración el repudio al monopolio capitalista de la prensa y de los medios de comunicación.

O sea que casi se solidarizaron con los Morales Solá, los Kirschbaum y los Van der Koy.

¿Qué dirán los blogueros K que saludaron el escrache anónimo, financiado y alentado por el aparato del Estado, contra esos periodistas? Ellos mismos han quedado al desnudo como farsantes. Hay que distinguir a los repudios que protagoniza el pueblo contra las personas y símbolos de los opresores, de los que tienen la autoría del Estado, pues por ahí pasa la línea divisoria entre la movilización de abajo, por un lado, y el fascismo, por el otro. Pocos días después de la farsa K en el Senado, el diputado K Recalde convocó a los trabajadores despedidos de Clarín y a la patronal del medio para iniciar su propia cruzada contra el ‘medio’, pero sin la menor intención de obtener la reincorporación de los cesanteados. Los K no distinguen a la línea gerencial de los medios de comunicación de los trabajadores de prensa, porque ellos mismos son gerentes y no trabajadores –representantes del capital o del Estado, uno y otro patronales, y de ningún modo la expresión crítica al orden existente. El periodismo debe cumplir una función subversiva –en tanto que los K y sus adversarios son defensores a muerte del actual estado de cosas. Lo tienen que tener en cuenta los blogueros K si pretenden ejercer un trabajo intelectual en lugar de fungir como prostitutas del sistema.

"6,7,8": UN PROGRAMA DE" BLOOPERS"

6, 7, 8": un programa de 'bloopers'

La señal estatal encontró, por fin, un programa que hace reír. Los espectadores de "6, 7, 8" se ríen del ridículo que les ha tocado protagonizar a los opositores a K –muchas veces en presentaciones convenientemente "editadas". En esta línea, el programa podría durar toda la vida, porque los dichos y hechos de ex menemistas y ex aliancistas en los últimos años son capaces de suscitar convulsiones de la quijada y provocar hasta la histeria. Pero, ¿y los K? No aparecen ni cuando entregaron el petróleo con Menem, ni cuando apaleaban asambleístas en Río Gallegos o cuando volteaban a sus propios gobernadores como castillos de arena.

Hace algun tiempo Cristina le explicaba a la entrevistadora que ya no creía que el imperialismo provocaba las lluvias, como sí lo pensaba en los ’70. Más cerca en el tiempo, la Presidenta mostró el crecimiento de la Villa 31 como la señal inconfundible del crecimiento que experimenta Argentina bajo su gobierno, no hablemos ya del veto a la Ley de Glaciares o de los abrazos del matrimonio con empresarios que apoyaron a la dictadura, que luego se hicieron menemistas y que ahora se reconvirtieron en "burguesía nacional". Todas escenas que bien podrían formar parte de los informes del programa.

La producción se basa en el uso de archivos televisivos que dan cuenta de los dislates de la oposición de derecha, que luego son comentados por un panel fijo e invitados que provienen del campo cultural, del periodismo o la política. El rescate de los archivos que muestran contrasta con la ausencia de crítica a acontecimientos de las mismas características que se producen dentro del gobierno K, que es defendido a capa y espada con una irracionalidad que roza el ridículo. Las imágenes de archivo curiosamente no se detienen en la depredación laboral y ecológica promovida por el gobierno junto a los pulpos mineros, ni en las políticas económicas que benefician a la banca nacional –que los celebra– y no a la clase trabajadora; la inflación, la desaparición de Julio López, la oposición al derecho al aborto, la alianza de los K con los intendentes mafiosos del conurbano y toda la podredumbre de un gobierno nacionalista burgués light que sobrevive a base de manotazos de ahogado. El programa denuncia que los grandes medios ocultan los supuestos "logros" del kirchnerismo. Cuando el ciclo omite las agachadas del gobierno ante el gran empresariado nacional y extranjero, sólo cabe recordar la clásica frase: "De te fabula narratur".

El silencio sobre todas estas cuestiones convierte al gobierno de Cristina en el corolario final al que la población argentina podría aspirar. Los panelistas –progres por excelencia (progres hasta el cliché: las canciones que produce Carlos Barragán llevan el tinte sonoro de la 'bossanova’)– se amparan en el supuesto "enfrentamiento con los grandes poderes". Cada vez que asiste un invitado de la oposición centroizquierdista (o que denuncia las posiciones de la progresía, como el escritor Martín Caparrós o el director de la revista Barcelona, Pablo Marchetti) es sometido a un tribunal inquisidor comandado por el panelista Orlando Barone y la panelista Sandra Russo, quienes –en el más furibundo estilo stalinista, aligerado por la imagen cool que promueve la televisión– no perdonan el pecado de la crítica. No se defienden contra los cuestionamientos a los K: los denigran como una defección a la derecha o una anticuada posición maximalista. La obsecuencia de los panelistas de "6, 7, 8" llega a tal punto que, frente a un informe periodístico que demostró un acto de corrupción menor – pero de envergadura debido a la coyuntura en que se desarrolló (un concejal de Tartagal del Frente para la Victoria se apropió de un aire acondicionado que fue donado en el marco de las inundaciones en la región: monitoreado por el programa "Caiga quien caiga", se determinó la localización del artefacto robado), Barone concluyó que el aire acondicionado había sido enviado a un lugar donde no se necesitan aires acondicionados (debe recordarse, incluso a modo de ilustración de lo ridículo de la indignante defensa del concejal kirchnerista, que en esa región se vive en un clima subtropical).

No debería omitirse que los informes realizados en el programa exhiben dramáticamente el derrumbe de los radicales, los peronistas disidentes, los seguidores de Lilita o cualquier expresión de la oposición al gobierno de Cristina en el Congreso. De cualquier manera, la omisión manifiesta de los informes que señalarían el derrumbe de la política del gobierno K muestra los límites del ciclo televisivo y del sector político que representa: el progresismo. No debe extrañar que al programa no haya sido invitado alguien que pondria como prioridad el ataque al gobierno de los K.