la idea de crear un arsenal teorico para cambiar la realidad

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domingo, 22 de agosto de 2010

¿Y a la izquierda del kirchnerismo qué?

Apuntes críticos para una nueva izquierda.

Por Martín Ogando [1]

La coyuntura después del 28J.

La derrota de los Kirchner en las elecciones legislativas del 2009 dejó flotando en el ambiente la sensación inequívoca de un fin de ciclo. Era la prueba de fuego luego del “conflicto del campo”, el revés político más importante del kirchnerismo desde su ascenso en el 2003. Aquel conflicto marcó un quiebre de la relación entre el gobierno y un sector de la burguesía (junto a sus voceros políticos y mediáticos), al mismo tiempo que reforzó su aislamiento respecto de las clases medias urbanas y rurales.



El deterioro de las posiciones electorales K en puntos clave de la geografía política peronista parecía adelantar su ocaso definitivo. A pesar de mantener un importante caudal electoral a nivel nacional, con poco más del 30% de los sufragios, la caída del mismísimo Néstor Kirchner frente a Francisco de Narváez en la Provincia de Buenos Aires sonó como un golpe de gracia.[2] Se llegó a especular, por aquellos días, que la presidenta no concluiría su mandato.

Las semanas posteriores fueron de balances y previsión de horizontes para la izquierda, y en aquellas reflexiones había un diagnóstico casi unánime: estábamos en presencia del agotamiento del ciclo kirchnerista. La productividad política de su dispositivo de poder era puesta en jaque a dos bandas: por un lado por su jefatura empresarial, cansada de gesticulación populista y decidida a darse una representación política más estable; del otro, por el electorado popular, pensado siempre desde el pejotismo [3] como mera clientela, y que esta vez le daba la espalda. Se pensó lo que vendría como una sobrevida, como un tortuoso camino hacía el 2011 donde el gobierno necesariamente debería replegarse y pactar con la oposición, resignando cuotas de poder.

Lo más importante para nosotros, sin embargo, era lo que el derrumbe del kirchnerismo podía significar en tanto “desbloqueo” de las posibilidades de acumulación por parte de la izquierda, sobre todo a partir del debilitamiento de las expectativas sociales y los mecanismos de cooptación que tan eficientemente habían aportado a la estabilización capitalista. Un año después hay que decir que aquellos pronósticos eran errados. Muy por el contrario, el gobierno de Cristina Fernández retomó la iniciativa y volvió a imponer la agenda política, y el escenario de polarización resultante, no solo mantuvo, sino que redobló los desafíos que se nos presentan a los militantes del campo popular. Reflexionar sobre este último punto es el objetivo central del presente artículo.

Durante los meses que siguieron al 28J el kirchnerismo decidió “dar pelea”. Y decidió darla en su campo y con las armas que conoce. Básicamente, aprovechando la ventaja relativa que supone su mayor audacia para “hacer política”, capacidad casi atrofiada en la oposición de derecha, merced a décadas de sumisión automática al poder económico, y que, por el contrario, en los K es llevada por momentos al aventurerismo liso y llano. Así, lanzaron una “cruzada” contra un enemigo poderoso pero antipático, como el Grupo Clarín, utilizando banderas sentidas por parte de la población, como el “Fútbol para Todos” y el impulso a la causa por apropiación a Ernestina Herrera, la dueña del monopolio.

La votación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual fue la batalla de fondo y, dejando atrás el fantasma de la 125 [4], el gobierno conquistó un triunfo relevante, que en este caso significó también un avance popular frente a la reglamentación de la dictadura. Pero el gobierno no ha reaccionado con un “giro a la izquierda” luego de la derrota del 2009, como pretenden algunos, sino que ha retomado la iniciativa con un juego más bien pendular. No ha dudado ante la posibilidad de avanzar con medidas que, más allá de su intencionalidad, constituyen conquistas sociales o democráticas, siempre que éstas sirvan para fortalecer su posición relativa frente a la oposición.

De esta forma, junto a la mencionada Ley de Medios, se cuenta la implementación de la Asignación Universal por Hijo (con indudables repercusiones en el bolsillo de los hogares más pobres) y el impulso presidencial a la ley de matrimonio igualitario, si bien los legisladores K han votado divididos. En el mismo periodo, sin embargo, se ha recostado más decididamente que nunca en los gobernadores y caudillos del PJ y en la cúpula de la CGT, dejando en ridículo la anunciada renovación de la política; ha fortalecido su relación con las empresas mineras y otras industrias extractivas que saquean y contaminan nuestras tierras; ha avanzado en el pago de la deuda externa y en la segunda etapa del canje, presentados insólitamente como herramientas de soberanía nacional; y las relaciones con el Departamento de Estado norteamericano pasan por un excelente momento. Como sea, merced a estas medidas, y a una repercusión moderada de la crisis económica internacional, el gobierno recuperó parte del terreno perdido en junio de 2009.

Enfrente encontró una oposición de derecha y centro-derecha extraordinariamente funcional. En primer lugar, porque su involucramiento con las políticas económicas neoliberales les garantiza el rechazo de una parte del pueblo que, sin embargo, no siente simpatía alguna por el gobierno. En segundo lugar, porque su dispersión e incoherencia es notable, lo que ha redundado en un impotencia casi absoluta para capitalizar el desgaste kirchnerista.

El pan-radicalismo fue el ganador más evidente del periodo que va de la 125 hasta el 28J, siendo el espacio con más probabilidades de imponer un sucesor en el 2011. Sin embargo, la desconcertante permanencia de Cobos en el ejecutivo, criticada dentro y fuera de la UCR, ha degradado su imagen positiva, dejando muy atrás en el tiempo su episódico papel de héroe. Hoy, lejos está de ser un presidenciable indiscutido. Mientras, las posibilidades de Alfonsín hijo aumentan, apuntaladas por el “aparato” radical y la posibilidad de presentar un cara más “progre” contra el kirchnerismo, y Lilita Carrió acaba de quebrar el Acuerdo Cívico y Social en medio de uno de sus habituales espasmos megalómanos.

El llamado Peronismo Federal se sabe portador de la estructura política más sólida y del favoritismo de los factores de poder económico más importantes, al tiempo que es consciente de su debilidad en el terreno de las candidaturas. Reutemann sigue cavilando, mientras que Eduardo Duhalde, el más perdurable político burgués de los últimos veinte años, se sabe dueño de una alta imagen negativa en la sociedad. El impredecible Francisco de Narváez sigue siendo la principal carta electoral de este espacio.

La centro-izquierda, con sus exponentes Binner, Stolbizer y Juez, está a mitad de camino de un acuerdo con la Coalición Cívica y/o el radicalismo, aunque no son descartados como aliados por el espacio de Pino Solanas. Tal es así que este último no ha dudado en aparecer en bloque con la oposición liberal, cajoneado sus planteos nacionalistas y progresistas, llegando incluso a destacar últimamente sus importantes acuerdos con Carrió.

Párrafo aparte merece la situación de Mauricio Macri. Fuertemente golpeado por el escándalo de las escuchas ilegales, confía en su mayoría legislativa para evitar la destitución, aunque las deserciones en el bando propio (sobre todo del peronismo porteño) son un fantasma que lo acosa. A pesar de esto, y de la pésima gestión al frente de la Ciudad de Buenos Aires, no se lo puede descartar en la carrera presidencial, sobre todo porque mantiene su crédito más importante: ser el candidato más cómodo y funcional para el kirchnerismo, el cual presumiblemente hará todo lo posible para toparse con él en el ballotage del 2011.

En los últimos meses sectores de la oposición han intentado modificar este tablero. El protagonismo de la cúpula radical en la aprobación de la ley de matrimonio igualitario y el planteo del 82% móvil, de indudable impacto social, parecen ir en ese sentido. A esta última jugada el gobierno ha respondido con el aumento de las jubilaciones y de las asignaciones familiares, pero tendrá que enfrentar, en las próximas semanas, la probable media sanción en diputados de un proyecto impulsado por la oposición, que cuenta con innegable simpatía popular. Veremos qué ocurre en los próximos meses.

Como sea, para la izquierda sigue siendo un desafío romper la polarización planteada. Es por eso que, partiendo de un diagnóstico de la etapa y de una caracterización del kirchnerismo, lo imprescindible es analizar qué posibilidades de construcción contrahegemónica se abren para el campo popular. En pocas palabras: tenemos la urgencia de pensar/prefigurar/construir una forma de contestación efectiva (y no meramente retórica o denuncialista) a la gestión del estado capitalista encabezada por los K. Lejos estamos de tener alguna receta al respecto. Sin embargo, sí tenemos un recorrido, reflexiones, experiencias, intuiciones y convicciones ético-políticas que nos marcan un camino.

¿PROYECTO NACIONAL - POPULAR...

Definir el carácter social y la perspectiva política del kirchnerismo ha llevado a una de las polémicas más profundas de los últimos tiempos al interior del campo popular. En los polos de un amplio abanico de opiniones encontramos la siguiente contraposición: ¿Proyecto nacional-popular o simple continuismo neoliberal? Ni lo uno ni lo otro, respondemos tentativamente, e intentaremos explicitar aquí nuestra propia caracterización.

Sabemos que toda definición de un fenómeno actúa por aproximaciones sucesivas al mismo, y por lo tanto, elegimos el camino de ir construyendo lecturas provisorias del kirchnerismo, incompletas (y a ser completadas y/o corregidas) pero productivas a la hora de orientar una praxis política contrahegemónica. Siendo así, lo primero es “marcar la cancha”, es decir, definir qué no es este gobierno. Y no es, como algunos sostienen, un movimiento nacional-popular, ni portador de proyecto refundacional alguno.

No lo es por origen, ya que Néstor Kirchner asume el poder en 2003 para continuar la obra de su “mentor”, Eduardo Duhalde [5], encarando con éxito la reconstitución de la “normalidad” capitalista, tanto en lo relativo a las ganancias empresarias como a la relegitimación de un orden. Tarea reaccionaria por definición, al proporcionar una salida hacia delante a la crisis del capital, sacar al pueblo de las calles y restaurar el funcionamiento de las instituciones dañadas por la intervención popular del 2001-2002.

No lo es por política, ya que en lo económico y en lo social los dos gobiernos K han sostenido un programa netamente capitalista, en completa articulación con una de las fracciones más concentradas de las grandes empresas nacionales y transnacionales [6]. Peor aún, el kirchnerismo no sólo ha sido el agente de la reconstrucción hegemónica capitalista, sino que ni siquiera ha encarado una política de reformas o “democratización del bienestar” dentro de este sistema, elemento indispensable de cualquier movimiento cuanto menos “populista” o nacionalista [7].

El aumento de la brecha entre ricos y pobres, el reforzamiento del modelo extractivo primario-exportador, el mantenimiento de gran parte de las leyes laborales de los 90, el sostenimiento de un sistema impositivo netamente regresivo, el pago de la deuda externa, la política sistemática de subsidios a las grandes empresas, el ocultamiento de los índices reales de inflación mediante la intervención al INDEC, constituyen una brevísima enumeración que desmonta rápidamente la supuesta “progresividad” del kirchnerismo.

No lo es por perspectiva, ya que no se piensa a sí mismo como un movimiento de gradual transformación del Estado capitalista, sino como una elite política destinada a mantenerse el mayor tiempo posible en la administración eficiente del mismo. Esto ha quedado al desnudo en otro de los elementos decisivos a la hora de preguntarse sobre el carácter de una fuerza política: su relación con “las masas” y con las organizaciones sociales en particular. La transversalidad fue un experimento trunco y de corto aliento, y la “nueva política” rápidamente terminó en los brazos de los viejos caudillos del PJ.

En todos estos años el kirchnerismo jamás eligió apoyarse en una movilización social extendida que pudiera escapar a su control. De la misma manera, su vínculo con las organizaciones populares estuvo regido por la cooptación y destrucción de cualquier tipo de autonomía, sin detenerse incluso ante la corrupción directa de referentes sociales. Las organizaciones que resistieron dicha política han sufrido la represión y persecución selectiva, al tiempo que vieron reducida la asistencia estatal. En conclusión, el kirchnerismo no ha recurrido siquiera a la movilización “controlada” de las masas, característica del nacional-populismo.

Una evaluación seria deja al descubierto con cierta rapidez el carácter capitalista y anti-popular del proyecto K, y muestra que la hipótesis de una posible “radicalización” futura carece de todo sustento.

... O CONTINUISMO NEOLIBERAL?

A pesar de esta evidencia, sectores de nuestro pueblo piensan que el kirchnerismo es una opción “menos mala que otras”, lo único posible en la actual coyuntura, lo cual amerita alguna reflexión. En primer lugar, es indudable que la historia reciente de nuestro continente y el carácter conservador en extremo de otras expresiones políticas de la burguesía, con las cuales disputa el kirchnerismo, explican en gran parte lo extendido de este posibilismo.

Sin la secuela de derrotas que nos legó el neoliberalismo, las consecuencias de la dictadura, y las decepciones de los posteriores gobiernos democráticos, es difícil explicar un piso tan extraordinariamente bajo para las expectativas populares. Incluso el propio 2001, que abrió una profunda movilización social, derivó con el tiempo en lo que Maristella Svampa (2008) denominó “una fuerte demanda de orden y normalidad”. Partiendo de esa base, el kirchnerismo ha podido moverse con cierta comodidad, pero es indudable que también tiene el mérito de haber leído adecuadamente el fin de un ciclo y el comienzo de otro.

Frente al crédito abierto por algunos sectores, es algo común que en ámbitos de izquierda intentemos saldar el problema con cierto simplismo: “El kirchnerismo es la derecha”. No compartimos dicho análisis y pensamos que no sirve para la formulación de una política adecuada. A pesar de los aspectos de continuidad que efectivamente existen, no entendemos al kirchnerismo como una mera repetición de los gobiernos neoliberales.

Estamos en presencia de una conducción del Estado diferente de las estructuradas durante el Consenso de Washington en toda América Latina. En lo económico, los sectores financieros, bancarios y el capital extranjero vinculado a las privatizadas resignaron posiciones, mientras que algunos sectores productivos “nacionales” (algunos de ellos fuertemente transnacionalizados) mejoraron su posición relativa. Al mismo tiempo, la “extranjerización” del sistema productivo, lejos de revertirse ha dado un nuevo salto producto del abaratamiento de los activos luego de la devaluación. Por otro lado, los sectores extractivos (minería y petróleo) recibieron fuertes privilegios, al tiempo que la agroindustria, ahora con eje en la soja, sigue siendo la clave de la acumulación de divisas (Katz, 2010). Esto último es lo que ha concentrado una fuerte tensión en los aranceles de exportación.

La idea de un neo-desarrollismo limitado, en articulación (y tensión) con un modelo extractivo primario-exportador, parece ser la mejor síntesis de la actual configuración económica [8].

En cuanto a las determinaciones políticas del ciclo K, ya señalamos que su eje ha sido ampliar las bases de la hegemonía capitalista, que se vio fuertemente deteriorada luego del 2001. La debilidad del campo popular para forzar una salida “desde abajo” dio paso a un proceso de recomposición, comandado, en lo político, por una facción relativamente marginal del Partido Justicialista. Sin embargo, la potencia relativa de la movilización, demandaba una salida que tomara en cuenta algunas de sus reivindicaciones y fuera capaz de incorporarlas subordinadamente dentro de esa reconstitución capitalista. Los Kirchner tuvieron gran lucidez en la lectura de estas nuevas coordenadas, dentro de las cuales se tuvo que mover la política de “los de arriba”, por lo menos hasta el 2006.

A esto, los Kirchner le sumaron otro mérito relativo: no estaban dispuestos a ser sólo el salvavidas de una gobernabilidad en crisis, y por lo tanto se lanzaron a “hacer política”, es decir a construir poder político propio. Esto constituyó cierta novedad dentro de la política burguesa, acostumbrada desde 1989 a una subordinación completa y obscenamente directa de la acción política a los grandes grupos económicos y los organismos internacionales.

Así, el kirchnerismo no expresa el surgimiento de una “nueva política”, pero sí la rehabilitación de ciertas herramientas que históricamente le han permitido niveles de autonomía al personal político de las clases dominantes. De ahí que en su empeño estabilizador inicial el gobierno contara con una “solidaridad de clase” inquebrantable, pero en la medida que el “miedo a las calles” menguó y que los Kirchner comenzaron a poner en el centro de su agenda la construcción de poder propio, algunos grupos económicos concentrados y la derecha política vieron la oportunidad (y la necesidad) de lanzarse al enfrentamiento abierto.

Por su parte, el kirchnerismo demostró no detenerse ante la concesión o la demagogia con causas populares como herramienta de acumulación propia. Es en este marco que, en distintas etapas, se conquistaran una serie de derechos sociales y democráticos, que no ponen en cuestión la orientación capitalista de los dos gobiernos K, pero que constituyen un avance para nuestro pueblo. El impulso (aunque limitado) a los juicios por crímenes de lesa humanidad, la anulación de la obediencia debida y el punto final, la estatización de los fondos jubilatorios de las AFJP, la inclusión en el sistema previsional de 2 millones 400 mil nuevos beneficiarios, la Asignación Universal por Hijo, la Ley de Medios, la Ley de matrimonio igualitario, son medidas de relevancia social que tienen evidentemente un doble carácter. Por un lado son intentos de apropiación, “desde arriba”, de demandas populares, cuya implementación está viciada de clientelismo y busca anular la iniciativa subalterna, fortaleciendo la hegemonía de un sector de las clases dominantes. Pero por el otro, son conquistas que en muchos casos demandaron años de lucha, y que constituyen un punto de partida para encarar las futuras contiendas en una mejor relación de fuerzas.

INTERREGNO TEÓRICO - METODOLÓGICO

Esta dialéctica de las conquistas que las clases subalternas alcanzan dentro del orden social capitalista debe ser cabalmente comprendida para evitar, tanto la asimilación al sistema como la pasividad sectaria. Desde el sufragio universal hasta la organización sindical, pasando por la integración subordinada de la clase trabajadora al llamado “estado de bienestar”, son producto de esa dialéctica.

Conquista e integración, reivindicación y cooptación, son los términos reales a través de los cuales se ha desenvuelto la lucha de clases, y la contradicción con la que ha tenido que lidiar el movimiento emancipatorio de los trabajadores desde sus orígenes, como tempranamente lo advirtió Rosa Luxemburgo (1976).

Cada reivindicación que la clase dominante, o una fracción de la misma, se ve obligada a conceder (en muchos casos de manera precaria y provisoria) constituye un intento de asegurar o ampliar las condiciones para su predominio social, al mismo tiempo que debilitar las estrategias confrontativas por parte de las clases subalternas; sin embargo, esas mismas conquistas pasan a formar parte del acervo y la acumulación social de los explotados, generando (en potencia) mejores condiciones para la organización de la lucha anti-sistémica. Es la misma contradicción en la que debemos movernos al “luchar contra el Estado para eliminarlo como instancia de desigualdad y opresión, a la vez que luchamos por ganar territorios en el Estado, que sirvan para avanzar en nuestras conquistas”. (Thwaites Rey, 2004)

Es sobre esta base que nos encontramos con distintos tipos de estados y gobiernos capitalistas. La comprensión de que las clases dominantes adoptan diversas formas y métodos para el ejercicio de su hegemonía forma parte, desde hace mucho tiempo, del arsenal conceptual del marxismo y de todo el pensamiento crítico. Identificar los matices concretos de una forma de ejercicio de la misma es la única herramienta efectiva para combatirla. Así lo entendió Gramsci (2000) cuando desarrolló la forma específica que había adoptado el Estado en el occidente capitalista y pronosticó la inviabilidad de una “revolución de octubre”, de un “asalto al poder”, en la Europa desarrollada, donde era necesario desplegar una extensa “guerra de posiciones” en las trincheras de la sociedad civil. De la misma forma, la militancia actual nos demanda un estudio crítico de las características del Estado capitalista en América Latina y de las formas de ejercicio de gobierno que encontramos en cada país.

El proceso que encabezó el kirchnerismo desde el 2003 puede definirse como una variante particularmente degradada de lo que el citado comunista italiano definió como revolución pasiva y transformismo [9]. Gramsci (2000) denomina revolución pasiva al proceso por el cual las clases dominantes, frente al “subversivismo esporádico, elemental e inorgánico de las masas populares”, introducen novedades en su modo de dirigir, buscando “expropiar a las clases subalternas de su iniciativa histórica”. Así, ante la debilidad estratégica de las fuerzas que promueven un cambio desde abajo, la clase dominante retoma la iniciativa y convierte ciertas demandas sociales en “instrumento para tornar gobernables a las clases subalternas” (Campione, 2007).

Por todo esto entendemos que, decir que el kirchnerismo no es “la derecha” o no es neoliberal, lejos está de propiciar algún embellecimiento del mismo, sino que está dictado por un análisis crítico de la realidad y por una perspectiva social anticapitalista. Igualar capitalismo o estado capitalista, con los términos “derecha”, “neoliberalismo”, “fascismo”, etc. no es más que hacerle un favor a las relaciones de dominación y explotación actuales. Es por eso que nuestra tarea no es la de estigmatizar con los epítetos políticos más gruesos al kirchnerismo, sino la de entender sus mecanismos concretos de gobierno para enfrentarlos con mayores probabilidades de éxito desde una perspectiva socialista.

QUE (NO) HACER.

Nuestra militancia parte de un irrenunciable compromiso ético en el enfrentamiento a todo Estado que sostenga las formas de dominación de clase, el patriarcado, el racismo, el autoritarismo, que son la sustancia misma del sistema de opresión y dominación actual. Pero al mismo tiempo intentamos darnos las herramientas necesarias para enfrentar y desarticular la forma concreta en que se ejerce esta dominación en un momento determinado. Y está claro: no es lo mismo enfrentar a un gobierno que promueve el juzgamiento de ciertos jerarcas militares responsables de crímenes de lesa humanidad, que a uno que los apaña en sus círculos de poder más cercano.

En este punto la izquierda tradicional ha fallado de principio a fin. Su incomprensión del kirchnerismo y las tácticas adecuadas para enfrentarlo es tributaria en realidad de un déficit de más largo aliento y ya largamente consolidado: su estéril costumbre de aplicar siempre las mismas recetas, ya viejas y polvorientas, a cada nueva situación. No estamos hablando de la repetición extemporánea de algún “clásico de las revoluciones” de indudable mérito, sino de la regurgitación de fórmulas infalibles en pequeños grupos que giran únicamente alrededor de su propia reproducción.

Es ante este panorama que la pregunta, ¿hay algo a la izquierda del kirchnerismo? no es tan vana como se supone. Si dejamos de lado la utilización chicanera y fraudulenta que hacen de ella los voceros oficiales, nos plantea un problema relevante. Entendida de una manera amplia la respuesta es sencillamente evidente: miles de militantes populares en todo el país siguen sosteniendo las banderas de un cambio social radical; muchísimas organizaciones han generado espacios que, aunque pequeños, son laboratorios de gestación de resistencias y alternativas; las organizaciones autónomas territoriales, las empresas recuperadas, los campesinos en lucha; los obreros que se organizan en sindicatos democráticos y pelean por sus reivindicaciones; y la lista es interminable. Todo esto expresa un algo a la izquierda del kirchnerismo que éste se ha esmerado en reprimir, cooptar o debilitar según el caso. Es éste el material de una, todavía más potencial que presente, alternativa de liberación.

Sin embargo, la pregunta encierra otra lectura, y ésta es: ¿hay capacidad de construir alternativa política con proyección popular a la izquierda del kirchnerismo? Y aquí la cosa se complica. Hay que tener poca honestidad intelectual para negar que, a nivel de las grandes masas, la agenda política de oposición está construida en base a planteos de centro-derecha. Esto no significa necesariamente que la sociedad argentina sea mayoritariamente “de derecha” (esto, en todo caso, demanda un análisis de otro tipo) sino que, en parte, expresa la inexistencia de alternativas político-sociales desde el campo popular. Por supuesto que este problema tiene sus raíces en correlaciones de fuerzas profundas. Después de la dictadura, la gran decepción política que significó el alfonsinismo y las transformaciones neoliberales, nuestro pueblo lejos está de haber recuperado la iniciativa, más allá de grandes resistencias.

El 2001 ha sido un punto de inflexión que permitió el reanimamiento de la organización popular y la re-politización de la sociedad, pero no ha abierto un ciclo de ofensiva popular a nivel global.

Esto nos lleva al aspecto en que sí tenemos responsabilidad los militantes populares. Al 2001, nadie llegó preparado y está claro que las construcciones de poder popular eran ínfimas en relación a los desafíos de dicha coyuntura. Sin embargo, hubo una izquierda que estaba relativamente bien organizada en la víspera y que capitalizó coyunturalmente la movilización social posterior. El resultado fue decepcionante. Sin entrar en un balance detallado que no es objeto de este artículo, la intervención de la izquierda tradicional en estos ámbitos estuvo impregnada por un fuerte sectarismo y miradas mesiánicas que derivaron en la faccionalización de los movimientos populares. En las asambleas esto tuvo resultados directamente destructivos, en otros espacios la situación fue más matizada, y conquistas parciales significativas fueron sin embargo limitadas mediante la apropiación mezquina de las experiencias de base y la negativa permanente a unir las luchas de nuestro pueblo.

Pero si durante el periodo 2001-2003 la izquierda tradicional desperdició una oportunidad para fortalecer la acumulación popular, una vez empezado el operativo de estabilización capitalista encabezado por Kirchner la tónica fue el desconcierto generalizado. La “unidad de acción” establecida con la Sociedad Rural Argentina o la defensa de los principales voceros del grupo Clarín fueron el momento cúlmine de un triste itinerario.

Así, responsabilizar a la izquierda tradicional por la inexistencia de una alternativa popular al kirchnerismo, es un acto infantil que oculta problemas mucho más profundos. Sin embargo, sí es correcto señalar el aporte decisivo que estas organizaciones han hecho para instalar en un amplio sector de la sociedad la idea de que la construcción de esa alternativa no es siquiera viable. Está claro, si depende de esa izquierda, la alternativa no sólo está ausente, sino que es imposible.

Y mucho cuidado. Las organizaciones populares que no queremos reproducir aquellas prácticas, de ninguna manera estamos exentas de estos problemas. Es un mérito indudable el solo hecho de intentarlo, de “abrir la cabeza” y estar dispuestos a aprender de las experiencias de nuestro pueblo en lugar de pretender aleccionar desde un pedestal. Sin embargo, no hay “pasaporte a la nueva política”, solo reflexiones y búsquedas, que van entregando sus frutos, pero siempre tentativas y sujetas a revisión. La mirada crítica sobre nosotros mismos, lo que hacemos y lo que pensamos, es indispensable para entender la cuota de responsabilidad que tenemos en las debilidades del campo popular, y potenciar así nuestro aporte creativo.

LAS TENTATIVAS DE UNA NUEVA PRAXIS

Una gran cantidad de compañeras y compañeros venimos explorando esos áridos caminos en pos de la construcción de una nueva “nueva izquierda”, tal como la denominó Miguel Mazzeo (2007), uno de los tantos protagonistas de esta búsqueda. Y está buena la expresión. Porque históricamente, cada época de cambio social, cada nueva revolución ha demandado también una revolución al interior del pensamiento y las organizaciones de izquierda. Han sido “nueva izquierda” el bolchevismo, el anarco sindicalismo, el 26 de Julio, los grupúsculos del mayo francés, el guevarismo, el peronismo revolucionario, y un largo etcétera. Y estamos convencidos de que Nuestra América ha entrado en un nuevo ciclo de cambios históricos, de experimentos sociales, de pueblos haciendo su historia, dignos e insurgentes frente al imperio y al capital. Y allí, de la realidad misma, surgen las demandas de un nuevo pensamiento y de una renovada práctica de la subversión, y desde allí también se empiezan a gestar los nuevos socialismos.

Nos cabe entonces también la responsabilidad de pasar, de esta crítica de la vieja izquierda, del imprescindible momento negativo, a la formulación prepositiva de algunas prácticas constituyentes de una izquierda nueva, rebelde, popular y antidogmática. Porque compartimos el diagnóstico de Daniel Campione (2007) de que “la autorreforma intelectual y moral de la izquierda es indispensable, un requisito de cambio en el propio campo para poder pensar y actuar seriamente hacia el cambio social global (...) Esa autorreforma requiere abarcar los modos de pensar y comportarse, el reconocerse parte del conjunto social y no una minoría ilustrada y naturalmente dirigente”.

Respecto de esta tarea tenemos la siguiente hipótesis: los militantes populares enfrentamos una situación compleja, plagada de dificultades pero también de indiscutibles oportunidades de acumulación. La crisis del 2001 ha quedado atrás, por lo menos en su inmediatez catastrófica y disruptiva. Sin embargo, el propio terreno en el cual se desenvuelve la disputa con este gobierno es expresión de que las cosas han cambiado y de que partimos de un piso más alto y de condiciones de lucha menos desfavorables. ¿O no es acaso un signo central del kirchnerismo arrebatar banderas populares, usufructuar reclamos sentidos, instrumentalizar luchas pretéritas y cooptar a una parte de las organizaciones sociales? Todo esto, como ya señalamos, ha sido puesto en función del fortalecimiento de una facción política que ha garantizado los fundamentos de la acumulación capitalista. Pero esto no deja de ser un reconocimiento del nuevo terreno sobre el que están obligados a moverse aquellos que trabajan por mantener la hegemonía capitalista.

Es sobre esta torsión de la relación de fuerzas que se han conquistado ciertos derechos sociales y democráticos en los últimos años. Es sobre esta base también que debemos dar la disputa, trinchera por trinchera, en cada terreno, por la construcción de otra hegemonía, desde abajo y a la izquierda.

Sobre esta base, sobre lo que ha “sedimentado” del 2001, y sobre la acumulación de experiencias de los movimientos y de nuestro pueblo todo, entendemos que la actual etapa nos plantea el desafío de proyectar nuestras construcciones sociales hacia una plataforma política. Se trata de buscar los caminos para la confluencia de las diversas experiencias de base que hemos venido construyendo alejadas de los moldes de la izquierda pre-establecida. En una etapa que seguimos entendiendo como de acumulación (y no de enfrentamientos decisivos), pensamos sin embargo que esa acumulación debe dar un salto hacia la articulación y la herramienta política.

Para esto es clave evitar, tanto la ilusión en un supuesto “proyecto nacional-popular”, que lleva a la adaptación y la pérdida de autonomía; como el autismo dogmático que evita las determinaciones concretas de la realidad y repite, como en trance, “su” programa. La receta para esta tarea brilla por su ausencia, pero al menos hay que estar dispuesto a “correr el riesgo”. De esta manera, la misma situación política puede redundar en el mayor aislamiento político o en el aumento de nuestra influencia; en la asimilación al Estado o en el fortalecimiento de nuestras organizaciones. Todo depende de cómo actuemos.

Quisiéramos ser un poco más concretos. Frente a la resolución 125 se produjo la situación de mayor polarización durante los gobiernos K y se conformó la coalición más importante reunida hasta ahora en su contra. En aquella situación, algunos adoptaron la increíble posición de hacer bloque con las patronales agrarias y la derecha política, bajo la premisa de que el objetivo central era debilitar al gobierno.

Otro sector de la izquierda, sin embargo, adoptó una posición menos dañina: se trata de un conflicto entre fracciones burguesas, ninguna encarna un proyecto popular, por lo tanto no estamos ni con uno ni con el otro. Esta política, basada en afirmaciones ciertas, carecía sin embargo de toda posibilidad de intervención real, ya que olvidaba señalar que no “daba lo mismo” para los trabajadores si las patronales del campo lograban terminar definitivamente con las retenciones (como era su programa) y, por lo tanto, no buscaba interpelar a ningún sujeto concreto más que a su propia “buena conciencia”.

En aquel momento surgió el espacio Otro Camino para Superar la Crisis que, partiendo de señalar que efectivamente el gobierno no encarnaba un proyecto popular, apoyó la aplicación de retenciones, señaló su carácter insuficiente así como el direccionamiento anti-popular de esos fondos, y planteó una serie de medidas que deberían acompañar a los aranceles de exportación [10]. Más allá de sus limitaciones aquella experiencia nos parece rescatable.

Otro ejemplo. La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisuales mostró al gobierno intentando usufructuar la lucha que desde hace años vienen dando organizaciones sociales y medios comunitarios. Ante el impulso a una ley que significa un indudable avance respecto a la normativa vigente, una cantidad de organizaciones le dimos vida a múltiples iniciativas en apoyo a la ley, a la vez que criticamos sus limitaciones, reclamamos el lugar correspondiente para los medios alternativos, y no dejamos de denunciar que este mismo gobierno prorrogó en el 2005 las licencias de (entre otros) el oligopolio Clarín. Es de esta manera que se disputa palmo a palmo el terreno al kirchnerismo, es decir dando pelea por las banderas que pretenden arrancarnos en lugar de entregarlas mansamente mientras nos refugiamos bajo la sombrilla del “izquierdismo” más inmaculado.

Nuestra responsabilidad es mostrar que la lucha consecuente por el castigo a los genocidas, contra los grandes medios de des-información, por los derechos de las minorías, por el trabajo para todos, tiene futuro en la medida que sea sostenida por organizaciones populares y autónomas. Es más, el carácter público y masivo que ciertas temáticas toman a partir de la propia publicidad kirchnerista debe ser aprovechado para visibilizar a las organizaciones que luchan hace años por esas banderas y que son sus verdaderas promotoras.

Qué hay un espacio social para construir esta política pareció mostrarlo, entre otras cosas, la elección de Proyecto SUR y Pino Solanas en la Ciudad de Buenos Aires. Por supuesto que dentro de aquel 24% puede presumirse una gran heterogeneidad, pero sin dudas hay también la expresión de un sector de la población que se posicionó a la izquierda de los K. Por cierto, la situación actual de este mismo espacio muestra las dificultades de consolidar una alternativa de este tipo. Las posturas que ha sostenido Solanas en temas sensibles, aliado casi sin distinción con la oposición de derecha abre un interrogante sobre el futuro político de esta fuerza. Igual de objetable parece ser la táctica electoral que contempla como una posibilidad la candidatura presidencial junto al PS, Stolbizer y Juez. Otro emergente de ese espacio como Martín Sabatella pasó a encuadrarse dentro del kirchnerismo crítico, ámbito desde el cual la construcción de alternativa aparece completamente imposible, no sólo desde una opción ético-política sino desde lo que demuestra la experiencia práctica reciente de las fuerzas políticas que lo han intentado.

La dificultad para establecer una agenda propia, e incluso para intervenir con visibilidad en la agenda de los de arriba no hace otra cosa que expresar la debilidad social de las posiciones contestatarias en el momento actual, la relativa estabilidad de la economía, es decir una relación de fuerzas. Esta misma definición nos debe llevar a evitar los falsos atajos que le escapan a la construcción de poder popular desde la base.

Es en la militancia cotidiana, en el territorio, donde residen los nichos de maduración social de nuevas relaciones de fuerzas, que por supuesto demandarán también, para su instalación, enfrentamientos decisivos con los poderes del Estado. En este sentido, Proyecto Sur parece recaer en un problema endémico del progresismo argentino: su desprecio por las construcciones populares de largo aliento y la tentación recurrente del acuerdo electoral providencial que permita “salir de la marginalidad”.

Sin embargo, sabemos que toda una generación de militantes pos-2001 nos hemos encontrado con el problema inverso. Es decir, con el embellecimiento de los movimientos sociales, el enamoramiento de lo local y la fobia a lo político en general y al poder en particular. En lo que viene siendo, a nuestro entender, un fructífero proceso de maduración, existe una izquierda social que manifiesta su voluntad de trascender lo sectorial, lo local, y por lo tanto no puede dejar de pensar en las disputas políticas que tienen relevancia en la coyuntura, aunque no siempre sean las que articulan estratégicamente el enfrentamiento a este sistema y la puesta en pie de un otro posible.

Es en este marco que intentamos señalar, líneas arriba, que hay lógicas de intervención y políticas tácticas que maximizan nuestra capacidad de acción contenidas en la actual (y por supuesto cambiante) relación de fuerzas y otras que nos esterilizan de antemano ante cualquier enfrentamiento decisivo. Es que las posiciones revolucionarias no se declaman, sino que se construyen pacientemente, lejos de las opciones binarias y con mediaciones de todo tipo, con opciones ético-políticas intransables pero también con riesgos tácticos indudables.

UNA ALTERNATIVA, DESDE ABAJO Y SIN PERMISO

Frente a estos desafíos, el entramado heterogéneo de organizaciones que denominamos izquierda independiente es aún débil y está plagado de incertezas. Sin embargo, en su seno encontramos una rica acumulación de experiencias, de creaciones sociales, que son un punto de partida ineludible de las luchas que vendrán. El rechazo de un programa acabado o una ideología blindada en sí misma es uno de los denominadores comunes de este espacio. Sin embargo, de sus reflexiones y su práctica político-social se extraen ya una serie de ideas-fuerza que son retomadas por una cantidad de colectivos de muy diversas características. Quisiéramos destacar algunas, especialmente relevantes en nuestra opinión.

Construcción de base. Se piensa en una izquierda enraizada en la militancia de base, en los territorios (sean estos fábricas, barrios, escuelas, facultades, campos, espacios de la cultura, etc.). Una construcción sólida, genuina, alejada de los atajos electoralistas o mediáticos, aparece como uno de los pocos reaseguros posibles contra la burocratización, la asimilación al sistema o el estancamiento sectario de nuestras organizaciones. Significa también pensar el trabajo de base como eje de la militancia, como una práctica dialógica en la cual no autoproclamamos vanguardias ni llevamos “verdades” al pueblo, sino que buscamos construir juntos el conocimiento para la subversión social.

Poder popular. Se pone en el centro la construcción de poder popular. Esto es, la puesta en pie desde la base de instituciones, prácticas y subjetividades alternativas al sistema y que disputen con este en distintos ámbitos de la realidad social. Es una concepción del poder como relación social, y particularmente como relación de fuerzas a construir, en lugar de como institución a la cual “tomar por asalto”.

Construir poder popular es construir nuestra autonomía como clase subalterna hoy, al tiempo que las vías para la destrucción del poder opresor y su reemplazo por un poder hacer, democrático y de los trabajadores. Es pensar en las modificaciones (aún preliminares) de la relación de fuerzas como “guerra de posiciones” (Gramsci, 2000), a la vez que mantener la perspectiva de una disputa global contra el poder estatal.

Política prefigurativa. Porque la sociedad por la que luchamos se empieza a construir en las nuevas relaciones humanas que seamos capaces de establecer, en la solidaridad y la búsqueda de valores opuestos al egoísmo, la competencia y el individualismo. Por eso la lógica de construcción de nuestros colectivos no puede ser centralista, vertical y autoritaria, si lo que queremos es una sociedad fundada en valores éticos opuestos.

Sujeto plural. Hay una extendida vocación por articular sujetos populares diversos que a partir de prácticas heterogéneas participan del enfrentamiento al actual sistema. Sin poner en duda el papel central que los trabajadores pueden tener en la articulación de proyectos emancipatorios, apostamos por la integración de un sujeto anticapitalista múltiple junto a pueblos originarios, campesinos, estudiantes, movimientos en defensa de las minorías, de géneros, profesionales, artistas, y todos los compañeros y compañeras explotados, oprimidos y discriminados por este sistema.

Latinoamericanismo. La idea mariateguiana de que el socialismo no debe ser “ni calco, ni copia”, sino creación heroica de los pueblos es constitutiva de una nueva generación militante. La recuperación del marxismo latinoamericano y otras tradiciones críticas de Nuestra América es un imperativo del momento, lo cual demanda también cuestionar los ropajes eurocéntricos que ha sabido tener el pensamiento socialista. Esto implica sentir como propia la lucha de los pueblos del continente, que luchan contra el imperialismo y construyen sus caminos de liberación.

Articulación social y proyección política. Es una necesidad cada vez más urgente superar la fragmentación de gran parte de las experiencias del campo popular. El arraigo en el territorio y en la militancia de base ha sido a menudo contrapuesto a las disputas políticas a nivel general y convertidos en “fines en sí mismos” de carácter meramente local. La articulación de una alternativa social y política de carácter popular es el desafío del momento, por lo menos en sus instancias iniciales o preparatorias.

Como señala Mabel Thwaites Rey (2004), tenemos la necesidad de “acometer la organización política que permita acumular las fuerzas necesarias para cambiar el mundo, una herramienta (...) que parta de la autonomía de sus integrantes, que no sustituya (...) que respete tiempos, perspectivas y diferencias diversas y, a la vez, (...) encuentre puntos de unidad que permitan avanzar hacia las metas colectivamente propuestas, (...) que articule la confrontación social con la lucha política”.

Todo esto debe realizarse sobre un terreno político que, aunque complejo, no deja de ser extraordinariamente más fértil para el pensamiento emancipatorio que el conocido por la militancia de los 90. La situación particular de nuestro continente, epicentro de las resistencias a la lógica depredadora del capitalismo y de la construcción de nuevas alternativas, es un punto de referencia ineludible. Por otro lado, cientos de experiencias militantes han emergido, portadoras de nuevas lógicas, prácticas y concepciones. Lo que se ha dado en llamar izquierda independiente, está constituida por una variedad de organizaciones muy diversas pero que tienen en común estar abordando la reflexión sobre los ejes antes descriptos.

El incipiente desarrollo de la COMPA (Coordinadora de Organizaciones y Movimientos Populares de Argentina) que busca sintetizar diferentes experiencias, en la perspectiva de una herramienta política anticapitalista, antiimperialista y antipatriarcal es un paso alentador. Pero el espectro de una nueva “nueva izquierda” excede en mucho a las organizaciones que formamos parte de la COMPA, son miles los compañeros y compañeras que participan de organizaciones sindicales, estudiantiles, territoriales, colectivos culturales, de géneros, comunidades originarias, organizaciones campesinas, espacios intelectuales, que están renovando el pensamiento y la práctica contrahegemónica en nuestro país. Es ésta la base para el fortalecimiento de nuevos proyectos emancipatorios, de matriz socialista, carácter popular y ambición de alternativa política.

Pensamos los próximos años como decisivos en la consolidación de este nuevo espacio emergente dentro de la izquierda argentina. La disputa dentro del proyecto K ha mostrado ya su inviabilidad, y las organizaciones que lo intentaron lejos estuvieron de ampliar decisivamente su influencia político-social a cambio de hipotecar su independencia. Las organizaciones de la izquierda tradicional no constituyen ya, en nuestra opinión, alternativa alguna.

Recae sobre un multiforme y todavía fragmentado espacio, al que llamamos izquierda independiente, la enorme responsabilidad de avanzar en la construcción de una alternativa popular y de un horizonte socialista en los próximos años.

Las dificultades a sortear son evidentes y el terreno a recorrer es mucho, sin embargo hay razones para la utopía. Miles de militantes, una historia de lucha por recoger, cumpas que día a día luchan por cambiar esta sociedad, toda la vitalidad de nuestras construcciones de base, el estímulo que significan los procesos de cambio en nuestro continente, son la savia vital de este sueño compartido. En eso estamos y desde aquí buscamos aportar modestamente, con el imprescindible “pesimismo de la inteligencia” pero, sobre todo, con todo el “optimismo de la voluntad”.


[1] Docente de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA) y militante de la Juventud Rebelde 20 de Diciembre.

[2] A nivel país, para diputados nacionales, el Frente para la Victoria sacó el 30,7%, apenas por debajo del Acuerdo Cívico y Social (30,9%). En la Pcia. de Buenos Aires, Unión - Pro consiguió un sorpresivo 34,58% contra el 32,11% del Frente para la Victoria.

[3] Decimos “pejotismo” en referencia a las características asumidas por el Partido Justicialista actual. Esta definición no necesariamente cuadra para el conjunto del movimiento peronista a lo largo de su historia, lo cual demandaría un debate más preciso.

[4] Este era el número de la resolución del Ministerio de Economía que aumentaba los aranceles de exportación, y que fue rechazada en el senado.

[5] Lo fundamental de esta tarea, realizada por el ex vicepresidente de Carlos Menem, fue sin dudas la devaluación asimétrica.

[6] Un ejemplo paradigmático de las vinculaciones del kirchnerismo con algunos de los empresarios más poderosos de la Argentina puede leerse en “En este país, a todo el que tiene guita lo ataca la zurda”, Diario La Nación, 25/07/2010. Allí Carlos Blaquier, dueño de Ledesma y responsable del tristemente célebre apagón, hace una enfática defensa del gobierno.

[7] El kirchnerismo no es, evidentemente, un movimiento nacional-popular, en el sentido gramsciano de encarar la “reforma integral”, es decir material, moral e intelectual de una sociedad; pero tampoco lo es en el sentido limitado de un movimiento que procede a una reforma parcial del estado, integrando al mismo nuevos sectores sociales (por definición subalternos) y apoyándose para dicha ampliación estatal en la movilización de masas.

[8] “Pero la meta industrialista es tan sólo neo-desarrollista. Ya no busca erigir un aparato fabril con auxilio de las estatizaciones o el proteccionismo frente a un sector agrario estancado. Sólo pretende reconstituir el debilitado tejido industrial, en coexistencia con una estructura agro-capitalista renovada y tecnificada. El viejo desarrollismo ha sido sustituido por esta variante agro-industrial.”, Katz, Claudio (2010) Los nuevos desequilibrios de la economía argentina en Revista Lucha de Ideas (Buenos Aires) Nº 1, septiembre.

[9] Transformismo es la denominación que le da Antonio Gramsci al proceso mediante el cual las clases dirigentes absorben intelectuales orgánicos de las clases subalternas como forma de ampliar su capacidad hegemónica. Gramsci, Antonio (2000) Notas sobre Maquiavelo, sobre la política y sobre el Estado moderno, Ediciones Nueva Visión, Buenos Aires, Argentina.

[10] Las declaraciones de Otro Camino para Superar la Crisis pueden consultarse en www.otrocamino.wordpress.com


BIBLIOGRAFÍA:

- Boron, A. (2008): Socialismo del siglo XXI ¿Hay vida después del neoliberalismo?, Ed. Luxemburgo, Buenos Aires.

- Campione, D. (2007): Para leer a Gramsci, Ed. del CCC, Buenos Aires.

- Gramsci, A. (2000): Notas sobre Maquiavelo, sobre la política y sobre el estado moderno, Ed. Nueva Visión, Buenos Aires.

- Luxemburg, R. (1976): Obras escogidas, Ed. Pluma, Buenos Aires.

- Katz, C.: “Los nuevos desequilibrios de la economía argentina” en Revista Lucha de Ideas Nº 1, Septiembre 2010, Buenos Aires.

- Mazzeo, M. (2007): El sueño de una cosa. (Introducción al poder popular), El Colectivo, Buenos Aires.

- Mazzeo, M.; Acha O.; y otros (2007): Reflexiones sobre el poder popular, El Colectivo, Buenos Aires.

- Svampa, M. (2008): Cambio de época. Movimientos Sociales y poder político, Siglo XXI, Buenos Aires.

- Thwaites Rey, M.: “Autonomía: ¿Mito o posibilidad para la construcción de poder popular?”. En: Revista Espacios Nº 12, Julio2004, Quito.

lunes, 16 de agosto de 2010

A proposito de la nota “ desde la izquierda “ de Claudio Raris

por miguel angel lopez

Las ideas evolucionan o involucionan mediante el debate , los seres humanos tenemos la virtud del razonamiento y la posibilidad del debate muestra la evolucion permanentes de ideas ,ahora para evolucionar y crecer debemos tener una mirada critica y chequear los argumentos , datos , informes esgrimidos
No es asi en el caso del señor Claudio Raris que en su nota “ desde la izquierda “ espeta toda clase de argumentos falaces a bien de resaltar su condicion de chupacirios del gobierno , la obsecuencia del sr. Raris hizo reuhir al debate establecido por la nota , es mas me anulo como contacto cuando la situación de mis comentarios hacia esa nota no alcanzaba con sus argumentos tecnicos , hasta resalto la anulacion de la principal base teorica del marxismo diciendo simplemente que “trabajo asalariado y capital “ es simplemente un librito , es muy probable que al dar mis opiniones hacia esa nota , siempre con respeto , le he tocado el ego
Decir “Mi interpretación de la historia y la política parte, en líneas generales, de un análisis marxista.”no se donde pone el materialismo dialectico e historico para analizar ????? Partiendo de un analisis marxista decir que el actual es el mejor gobierno de la historia , es solo verborragia kirchnerista , es un disparate y demuestra lo poco que sabe de historia , una cosa puede ser unos de los mejores momentos , pero asi tambien consideraba los Kirchner al gobierno de Menem , otra es el reconocimiento al peronismo , que bien puede ser considerado un cuello de botella historico
Cuando dice “momento historico “ desde cuando un marxista pretende que la historia es independiente de las personas ?? somos los que construimos la historia !!!
“simpatia politica “ ? sabemos que cualquier simpatia es subjetiva y no es medida de nada , es mas el manipuleo que hay desde los partidos es asqueroso , y ademas no se mide lo politico por estados de animo
El sr. Raris dice “Hacen sus “análisis” como si después del proceso neoliberal que se inició en 1.975 y que –con matices- se sostuve incólume hasta 2.003” neoliberal, sr. Raris? Si jamas hubo tanta intervención estatal que en esos momentos ,hasta Fidel castro se hubiese puesto colorado, le recuerdo sr. Raris que los bonex 89 intervino el estado para cambiar compulsivamente a los ahorristas , le recuerdo la intervención del estado en el 2001 y 2002 y le recuerdo que actualmente en el presupuesto nacional hay 54 mil millones para subsidios empresarios , que nada tienen que ver el salario social ( subsidios al gas , luz , transportes etc , etc , etc ) entonces parafraseando a Marx en uno de sus “libritos” “ todo gobierno moderno no es mas que un comité organizador de los negocios de la burguesia “
El sr Raris en un comentario, le comente sobre el indice Gini para leer la distribución de la riqueza de forma independiente , pero me dijo que el no se basaba en indices de formación capitalistas , como si el indec , la CEPAL , el FMI y hasta la CIA que dice en su nota no fueran de formación capitalistas
Su analisis en si tiene 20 puntos que aquí voy a contestar

1) Respecto del PBI : una cifra no es nada por que no entran otras variables . Toma solamente un indice que usa la Cepal y otros que es incompleto , las cifras solas no indican nada . Ademas habria que analizar cuales podrian haber sido y no lo son . El tema de la soja ha distorsionado ese PBI , por que lo hace considerar el crecimiento de un pais en esos terminos es largo el plazo . Ademas en el PBI este no esta calculado lo de la inversion y “gasto “ . es una cifra incompleta para cualquier pais
El PBI : no considera la distribución per capita de esa cifra y que es la que da la idea del amontonamiento en pocas manos o no . No considera las amortizaciones , tampoco incluye el tema de la balanza de pagos y sus déficits, tampoco los indicadores economicos que si son el futuro .
Es una cifra como el sueldo en mano que si a la hora de gastar o pagar nos da la idea si es mucho o poco

2) P.B:I. per capita es solo la formula en la que se divide el P:B:I: entre el total de habitantes , lo que no quiere decir que cada uno reciba lo suyo . El indice Gini analiza como es la distribución en la realidad de un pais .No analiza la acumulación de riqueza en ningun sector . hace un promedio como lo indica la expresión “per capita “
3) Sobre la deuda externa es un disparate lo que dice , la deuda sigue creciendo y hasta con mejores “negocios “ al respecto , el negociado de cambiar papelitos desvalorizados al %30 y darles el %100 mas intereses marca la magnitud del negociado similar a lo que hicieron con la deuda en tiempos de Menem ; cuanto dinero significo e sacar una parte de la deuda del default ? . Es una trampa volver a valuarlos a menor valor nominal del escrito en los papeles . Cuando fueron comprados defaulteados ya fue a valor muy menor y por esa causa “perdidos “. La diferencia entre lo que pagaron los ahora tenedores y el valor que le dio el gobierno en esta operación hace unos meses, les dio una ganacia importante . Default significa “pais fundido “ aunque le quieran dar otras acepciones . por tanto , este gobierno saco el cartelito de “incobrable”y con un beneficio para los capitales que compraron a precio vil sabiendo , si , sabiendo que esto dejaria de ser incobrable .Pero ya de por si solo se cae el argumento , la deuda fue pagada varias veces , y ademas nos debemos una auditoria y señalar a los verdaderos deudores , tan lejos esta que mediante “ redescuentos “ Cavallo como director del central estatizo la deuda privada? El juez Ballesteros alguna vez hizo una investigación de la deuda , y hay alguien preso? No, hoy el gobierno nacional y popular les da subsidios a los mismos empresarios que ayer nos embargaron con la deuda
4) Lo de las reservas : juntar dinero y no gastarla no es de economia . No contrasta con lo que se debe interna y externamente si no los numeros cerrarian en rojo ,
No es cuestion de llenar la alcancia y menos a plata constantes cuando sabemos que la inflación devalua , esto es lo que hacen y de alli la manipulación del INDEC y del valor del dólar que tienen amarrado para no devaluar el valor de las reservas

5) Un disparate tras otro por que no hay nada de lo que dice , parece que el sr. Raris no sabe nada de economia ; hay emision monetaria y no lo dice . Es insostenible lo que declama por que es para el libro guiness por la cantidad de errores que señala como aciertos
6) No hay tal crecimiento industrial como se señala , son solo las multinacionales que se llevan lo que “ganan “ a sus paises y esto no es nada nuevo ; Repsol ypf se llevo mas de 3000 millones de ganacia en el semestre y en el semestre anterior mas de 1100 cosa que habria que verificar el por que de ese aumento de esas ganancias , petrobras se llevo 900 mill el semestre pasado y habria que ver cuales son las “ganacias” en otros rubros de todas maneras no quedan en el pais , es se llama fuga de capitales .
Este gobierno plantea la trampa de siempre : los ricos deben ser mas ricos para que acumulando capital hagan inversiones que le den trabajo a los pobres y si esto no es neo liberal? No hay mas capitalismo salvaje y pedestre que esta mentira . Adonde quedo Marx y la plusvalia , la acumulación de capital , de donde saca el analisis marxista sr. Raris?
7)Lo de infraestructura no es verdad y son los contribuyentes los que pagamos . No es el estado con el dinero que recauda .y no solo infraestructura , el estado es complice de un afano a la población , el estado recauda a traves de impuestos y hace un presupuesto que deriva a educación y salud , pero por ejemplo : pagas impuestos y estos van a educación pero resulta que los colegios en invierno los chicos no tienen calefaccion , hay goteras , no tienen tizas , ni bancos los docentes estan muy mal pagos etc etc etc , entonces pagas un colegio privado , pagas por 2º vez un servicio , lo mismo pasa con la salud , el estado recauda para salud y resulta que en los hospitales no hay ni algodón , entonces te descuentan compulsivamente , en el trabajo para la obra social sindical , pagas por 2º vez un servicio que tampoco te sirve por que las obras sociales estan fundidas , te dan medicamentos truchos y para hacerte una cirugia , por decir algo , te mandan de un lugar a otro para hacerte los analisis , conclusión terminas pagando por 3º vez el servicio contratando una prepaga
8. Los fondos previsionales recuperados: Cuanto se les regalo a las AFJP para que se fueran? Te recuerdo que desde que se implemento la jubilación privada ellos recaudaban 40000 millones de dolares anuales , que se hizo con eso?los nuevos jubilados los bancan los otros jubilados y de ahí el achatamiento de la piramide , hablan de minima tirando a la mierda todo lo que cada empleado aporto para su jubilación. Se quedaron con su dinero y los pasaron a la minima , nadie respeto ese aporte
El anses fue saqueado y siguen saqueandolo , la banca hacen cola para sacarle el dinero a intereses irrisorios , para despues volcarlos a sus especulaciones crediticias , tambien les dan dinero a empresas como General Motors que con su intimidación de “si no despedimos obreros “ se les presto a muy bajo costo , sabiendo que la G:M el año anterior mando remesas importantes a su central en forma de “ganancias” haciendo asi complice al gobierno de las fugas de capitales . ademas por que el anses debe comprar computadoras para los alumnos secundarios , me parece muy loable que se las den , pero para eso esta el ministerio de educación , y los asignacion universal tambien por que sacarlo del anses , si en el presupuesto nacional hay 54 mil millones para subsidios empresarios , tambien podria haber una partida para la asignación universal
9. El monto de la jubilación si no se contrasta con la inflación , que da el verdadero poder adquisitivo , no sirve . Nada se regula por indice alguno , se dan 2 aumentos al año y a ojo de cubero malo . Nada de reajuste , dadiva .Los aumentos de sueldos pactados son entre el %30 y %50 por la inflación calculada y a los jubilados atrasados solo un %16 , solamente hace la cuenta .
En cuanto a salud , es pesima ya lo dije en el punto anterior , pero en la cuestion cientifico,el doctor Andres Carrasco había difundido durante 2009 sus estudios realizados en el Laboratorio de Embriología Molecular de la Universidad de Buenos Aires, en los que demostró las malformaciones que el glifosato ocasiona a embriones en casos de inmersión o inoculación del producto, aún en dosis entre 1.500 y 300.000 veces menores a las utilizadas en las fumigaciones.Y no le dan bola
, el vive escribiendo informes a ministerios y secretarias y no pasa nada , por un lado el gobierno esta en contra de los sojeros y por otra les cuida los intereses a tal punto que le importa un comino la salud de la población
10. La desocupación es enorme y si la bajaron como dicen es por que los beneficiarios de los planes sociales se toman como ocupados . El tarbajo en negro? Hasta los contratistas del estado pagan asi .Sigue la ley laboral de Menem por lo que los trabajos son de contrato basura . Los blanqueados van a la calle sin chistar y si algo blanquean es por que los ponen como temporarios por lo que el resto del año se hacen la del mono . veamos cuantos blanqueados siguen los 12 meses y en que categorias . que laburo hacen realmente y por que concepto les aportan , y que me dicen de los aportes patronales rebajados?
11.Lo del salario minimo : otro disparate por que no funciona en la practica . No hay leyes que hagan que se cumpla y no considera a la inflación ni los aumentos de servicios y todo el resto. Como buen marxista que sos , Claudio , seguro que querras salir del libre mercado , queriendo una economia planificada y seguro querras que te refresque la composición organica del capital : capital fijo , capital variable y plusvalia , como sabras querido Claudio los sueldos estan dentro del capital fijo y por ende el empresario saco los costos de la fabricación de un producto o sea que si hubiese una recomposicion salarial no deberia incrementarse el costo del producto por que historicamente ya lo tenia , eso no lo sabe los sindicalistas , no lo sabe el gobierno?
12.Lo del servicio domestico es otra payasada . El que no pague Ganancias , olvidate de que la inscriban en algo . Hoy esos montos que aporta su patron se deducen de su pago de ganancias , por lo que no paga nada realmente ; Funciona como las donaciones que tambien se restan es el mismo dinero solo que en rubro diferente. Y las trabajadoras por hora que no tienen una carga horaria minima en cada casa ?
13. Un disparate el P:B:I: no da forma real de calculo alguno , ya lo habiamos dicho en algun punto anterioir, y lo de la tecnologia un disparate mayor
14.Educacion : Una mentira total lo del %6 , en mi muro hay una ecuación del la provincia de cordoba , o que se olvidaron de una provincia tan importante o es toda mentira . El salario docente ?una miseria espantosa , que a medida que tenes mas antigüedad , cobras menos y ha medida que tenes mas horas , te las pagan menos por lo que a igual trabajo no hay igual salario.El ministerio de educación es que deberia haber comprado las netbooks no el anses , pero sobre todo deberia antes haber tizas , hojas lapiz etc etc en las escuelas .
15.Me parece bien aunque poco si se compara el gasto que hay para subsidios empresarios , partamos de la base que si es gasto tambien es perdida y lo que se necesita es inversion . lo que se necesita es leer un poco a Keynes , el estado debe proporcionar trabajo fidedigno , no ser caritas todo el tiempo
16. no tiene sentido discutir este punto , es un disparate
17.Lo de las relaciones internacionales : prende la luz , Claudio y preguntale al fascista de Timerman acerca de EEUU y analiza los beneficios o paridades mas alla de aburrir con discursos estilo Catita (nini marshal ) que lejos esta de el marxismo
18.Derechos humanos : por que no le preguntas a las madres linea fundadora esas si que no son truchas , a Perez Esquivel y a tantos que de verdad se la jugaron en el proceso , Y el huevo de la serpiente antes del 76 no se toca ? y los civiles ?Duhalde y Moyano buchoneando compañeros a la triple A , Timerman reuniendose con Videla y masera a quien mas hay que premiar ?y ahora ? que paso con Fuentealba , con Silvia Suppe ,Luciano Arruga,Jorge Destefani, con los chicos de Bariloche , con Julio Lopez etc etc etc
19.Lo de la independencia de poderes es mejor sin comentarios , los de las indemnizaciones que agradezca no perder un dedo por que la culpa es del imputado y listo
20. La libertad de expresión , libertad de prensa ?No es cuestion de hablar si no de que te escuchen .El gobierno no cree en la prensa. Cree en la prensa kirchnerista, que no es lo mismo. Y lo que no esté encuadrado en el estrecho límite de esa definición política, merece el desprecio y, de ser posible, el ataque y la condena. El Gobierno, que no reconoce realidades que le disgustan, trata de construir una realidad virtual para la gente.y es por eso lo 6.7.8 “Duro de domar” “TVR”, etc etc etc , ademas ahora hay dinero para los bloogers , Anibal Fernandez se ha reunido con ellos como para militar en este medio y proponer notas como la del sr. Raris que seguro comio vidrio
A todo esto , es bastante raro su analisis marxista sr. Raris

Con el aporte de mi amiga Su

DESDE LA IZQUIERDA.

por Claudio Raris

Desde la izquierda. Siempre me expreso desde la izquierda. Muchos de quienes lean este artículo lo saben: ideológicamente, no soy peronista, pese al enorme respeto que siento por el movimiento y el reconocimiento del peronismo como sujeto de cualquier transformación social. Tampoco soy Kirchnerista, también lo saben. Mi interpretación de la historia y la política parte, en líneas generales, de un análisis marxista. Ahora, efectuada esta aclaración, voy a decir que ello no implica dogmatismo estéril ni reduccionismo.

En consecuencia, siempre contemplo las circunstancias concretas y las posibilidades reales. Nunca me encontrarán apoyando alguna propuesta de la derecha, del conservadurismo, de la reacción, NUNCA!! Y en nuestro país, a la izquierda del Kirchnerismo, nada hay. Al menos, nada HONESTO, ni SERIO, ni POSIBLE, al menos en este momento histórico.

Estas aclaraciones me parecen necesarias para expresar lo que sigue. Estoy convencido que la gestión K (Néstor y Cristina) constituyen la mejor expresión de gobierno de TODA la historia argentina. Sí, ASÍ, DE MODO TERMINANTE!!
Cierto es que las simpatías políticas son necesariamente subjetivas; muchas veces fundadas en intereses mezquinos, otras en la irracionalidad, la ignorancia, la manipulación; o en sentimientos tales como capricho, odio, resentimiento, inconformismo incurable, utopías, etc.). Y como las simpatías políticas tienen esa condición subjetiva; solamente haré referencia a elementos objetivos para fundar la afirmación efectuada anteriormente.

Previamente, necesito efectuar una aclaración: hace tres semanas, aproximadamente, publiqué un artículo haciendo referencia a la “propuesta” opositora respecto del establecimiento del 82% móvil a favor de los jubilados. En el mismo, señalé el carácter demagógico e hipócrita del proyecto; pero al mismo tiempo consideré justa la reivindicación y estimé conveniente que el gobierno redoblara la apuesta, aprovechando la oportunidad para efectuar una profunda reforma del sistema tributario, poniendo a los fantoches opositores (con las honrosas y escasas excepciones del caso) en una situación de difícil retorno en relación a su “propuesta”.

Sigo sosteniendo idéntica postura. Sin embargo, de la relectura del artículo me pareció percibir cierto grado de injusticia hacia la gestión de gobierno, considerando los importantísimos avances que se efectuaron en esta materia como en todo lo concerniente a la política social. Entiéndase bien: sostengo lo expresado, ya que me parece posible el objetivo planteado, pero no deseo que ello se entienda como un cuestionamiento a las medidas adoptadas desde hace siete años en este tema.

Ahora sí; voy a señalar los motivos por los cuales considero que la gestión kirchnerista es la mejor de toda nuestra historia. Y ello, como se dijo, en base a datos objetivos, que demuestran que, una vez que se cumplan los ocho años de gestión K, no podrá discutirse sensatamente y con buena fe que nos encontraremos ante un nuevo país, absolutamente transformado y –esto es muy importante- con situaciones respecto de las cuales ya no podrá volverse atrás.

Por supuesto; para interpretar correctamente estos elementos objetivos será necesario un mínimo ejercicio de honestidad intelectual (o, con más claridad, buena leche). Digo esto porque muchos parecen partir de la base que con anterioridad al kirchnerismo nada negativo le había sucedido al país. Hacen sus “análisis” como si después del proceso neoliberal que se inició en 1.975 y que –con matices- se sostuve incólume hasta 2.003, nos hubiésemos encontrado con un país floreciente; en crecimiento, con justicia social y tendencia igualitaria. Obviamente, desde esa postura abstracta y absurda, todo lo que se ha avanzado es poco. El análisis debe hacerse desde el estudio de la situación REAL, aquella que (luego de la dictadura militar, el gobierno alfonsinista, el oprobio menemista y la desgracia aliancista) dejó a nuestro país en el desastre económico, la inequidad social y la anarquía política. Desde allí, desde esa premisa indiscutible; desde la buena fe en definitiva, debe partir cualquier revisión de lo sucedido desde 2.003 hasta la fecha.


No será necesario extenderse demasiado; bastará con el análisis de algunos elementos (solamente algunos), para sostener y fundamentar la opinión anticipada al principio de este artículo. Claro; muchos de esos elementos se refieren a cuestiones estructurales. Aclaro que la información que sigue no se basa solamente en datos del Indec, sino también de organismos regionales e internacionales, tales como la CEPAL, el Banco Mundial, el F.M.I. y hasta la CIA.

1.- Nos encontraremos con un país que, cuando culmine el actual mandato presidencial, su PBI será casi el doble que en 2.003, de acuerdo al crecimiento experimentado y la probable evolución de 2.010 (cada vez más auspiciosa, tal vez cercana al 10%) y 2.011. ¿CUÁNDO, EN LA HISTORIA ARGENTINA, SE DUPLICÓ EL PBI EN EL TÉRMINO DE OCHO AÑOS?

2.- El PBI per cápita se habrá incrementado en un 80%, aproximadamente. ¿CUÁNDO, EN LA HISTORIA ARGENTINA, SE PRODUJO ESTE INCREMENTO EN EL TÉRMINO DE OCHO AÑOS?

3.-La relación deuda externa/PBI se habrá reducido del 150% (EN 2.002) a menos del 40% en la actualidad. En otros términos, en 2.003 se necesitaba un año y medio de producción para equiparar el monto de la deuda; hoy alcanza con lo que se produce en menos de cinco meses. El proceso de desendeudamiento ha sido extraordinario; el FMI dejó de monitorear nuestra economía y no existen planes de ajuste. ¿HAY ANTECEDENTES DE ELLO EN LA HISTORIA ARGENTINA?

4.- Las reservas, que en 2.003 ascendían a 5 mil millones de dólares, se multiplicaron por 10 (crecimiento del 1.000% en siete años). Al respecto, puede recordarse el reciente debate para la utilización de aquellas en el pago de la deuda y la postura de casi toda la oposición, que alertaba sobre el déficit fiscal que se provocaría. Pues bien, esa misma oposición hoy hace referencia al superávit fiscal que permitiría implementar el 82% móvil para los jubilados (“Plata es lo que sobra”, dijeron sin ruborizarse Carrió, Duhalde y De Narváez, entre otros). Al momento de aquella opereta, las reservas eran de 48 mil millones de dólares. Hoy, luego de haber pagado más de 2 mil millones, alcanzan los 51 mil millones de dólares. Vuelvo a preguntar: ¿SE REGISTRA ALGÚN ANTECEDENTE SIMILAR EN LA HISTORIA ARGENTINA?

5.- Como muchos parecen haberse olvidado de tantos años de déficit fiscal y comercial, que se financiaban con emisión monetaria sin respaldo o con endeudamiento externo; habrá que recordar que se recuperó la buena práctica de obtener superávits fiscales y comerciales, con récords absolutos en materia de exportación, lo que permitió la expansión económica, la conquista de nuevos mercados, la compra de bienes de capital y la acumulación de reservas señalada en el punto anterior ¿PUEDE ENCONTRARSE ALGÚN ANTECEDENTE EN NUESTRA HISTORIA DE SIETE AÑOS CONSECUTIVOS DE SUPERÁVITS FISCAL Y COMERCIAL?

6.- El crecimiento de la industria será posiblemente de un 100%, con incorporación de nuevas y avanzadas tecnologías. Se habrá avanzado de modo impensable en materia de investigación científica. ¿CUÁNDO SUCEDIÓ UN HECHO SIMILAR EN NUESTRA HISTORIA?

7.- Se verificará un crecimiento como nunca en la historia argentina en materia de infraestructura (cloacas, asfalto, rutas, autopistas). También en materia de fuentes de energías alternativas, entre ellas la nuclear. ¿EXISTE ALGÚN REGISTRO HISTÓRICO DE SIMILAR CRECIMIENTO ESTRUCTURAL, QUE IMPLICA, ADEMÁS UNA INDISCUTIBLE PROYECCIÓN FUTURA?

Breve digresión: Los datos antes señalados no indican solamente el crecimiento económico inédito experimentado; sino que también sienta las bases para un futuro desarrollo. Se trata, en todos los casos, de cuestiones macroeconómicas, de indudable proyección en el tiempo.

Sigamos:

8.- Se recuperaron los fondos previsionales, que habían sido privatizados para favorecer el mercado de capitales (la timba financiera, bah…); y habrán sido incorporados, aproximadamente, 3 millones de nuevos jubilados (proyectando el cálculo a 2.011), un promedio de casi 400 mil por año ¿EXISTE ALGÚN ANTECEDENTE SIMILAR?

9. La jubilación mínima, que durante una década se mantuvo en la suma de $ 150, creció un 700% hasta la fecha, aproximadamente. Cabe aquí una aclaración: pude leer por allí que durante el menemato la jubilación mínima equivalía al salario mínimo. CLARO, OMITEN DECIR QUE ESTE ÚLTIMO TAMBIÉN ERA DE $ 150 PESOS. Por otra parte, los haberes se ajustan de modo automático, conforme a la evolución de los precios. También se cuenta con un mejor servicio en materia de salud (los descuentos en gran cantidad de medicamentos y el mejor funcionamiento del PAMI, aunque aún deba mejorarse, son sólo dos ejemplos en tal sentido). ¿ALGUNA VEZ SE REGISTRÓ EN NUESTRA HISTORIA ALGÚN EPISODIO SIMILAR?

10.- La desocupación, cercana al 25% hacia fines del gobierno de la Alianza, descendió a menos del 8%. Se crearon millones de puestos de trabajo. Aún con dificultades, aumentó de modo notable el empleo registrado. ¿EXISTEN ANTECEDENTES PARECIDOS?

11.- El salario mínimo habrá pasado de $ 150 a $ 1.840 en enero de 2.011. Aún medido en dólares, implica un importante crecimiento (de 150 dólares a más de 400). El salario industrial promedio se ubica, aproximadamente, en $ 4.000 (1.000 dólares), lo que importa, en términos reales (esto es, corregido por el índice inflacionario) más del doble del que se abonaba en 2.002. Se habrán recuperado las paritarias; se habrán sancionado leyes que protegen al trabajador. ¿CUÁNDO SE PRODUJO SEMEJANTE INCREMENTO EN EL TÉRMINO DE SIETE AÑOS?

12. Si la oposición lo permite, se habrá equiparado al servicio doméstico al resto de los trabajadores, beneficiando a un millón de personas, casi todas mujeres (cabe acotar que la mayoría de ellas, por su nacionalidad, no votan); aboliendo el vergonzoso estatuto dictado durante la dictadura de Aramburu. ¿ALGÚN OTRO GOBIERNO HABÍA TENIDO UNA INICIATIVA SIMILAR?

13.- La participación del sector asalariado habrá pasado de un 30% a más del 40% del total del PBI (que, por otra parte, creció notablemente), con intenciones de arribar a un reparto de 50% y 50%. AQUÍ SÍ HAY ANTECEDENTES; DURANTE LOS AÑOS DEL PRIMER PERONISMO, LA PARTICIPACIÓN DEL SECTOR OBRERO LLEGÓ AL 53%. Sin embargo, habrá que contemplar que por entonces, en términos relativos, existía una proporción mayor de trabajadores asalariados que en la actualidad. Hoy, los avances tecnológicos disminuyeron esa proporción.

14.- Se habrá conseguido el ideal de destinar el 6% del presupuesto a la educación. Se mejoró, aunque aún resulte insuficiente, el salario docente. Se habrá equipado a tres millones de chicos con notebooks personales. ¿EXISTE ALGÚN ANTECEDENTE DE MEDIDAS SIMILARES?

15.- Se estableció la Asignación Universal por hijo, que hoy alcanza a $ 220, y favorece a 3 millones y medio de niños. Esta medida, sumada a la incorporación de 3 millones de nuevos jubilados y la creación de enorme cantidad de puestos de trabajo; produjo una reducción importante de los niveles de pobreza y de indigencia. ¿QUÉ GOBIERNO ADOPTÓ MEDIDAS SIMILARES?

16.- El 57% del presupuesto nacional se destina a gasto social. ¿EXISTE ALGÚN PRECEDENTE EN TAL SENTIDO?

17.- No podrá discutirse la profundización del Mercosur, ni la excelente relación con los demás países latinoamericanos. Se estableció una relación madura (y alejada de las "carnales") con Estados Unidos. La política exterior argentina, contrariamente a lo que se pretende hacer creer, es valorada internacionalmente. Nuestro país está perfectamente integrado en el mundo, desde su propia identidad. ¿CUÁNTOS GOBIERNOS PUEDEN EXHIBIR ESTE LOGRO?

18. Deberá reconocerse la política ejemplar en materia de derechos humanos, habiéndose rescatado la memoria, impulsado los juicios a genocidas, torturadores, asesinos y apropiadores. Sin embargo, dicha política no se agota allí: también se reconocieron derechos de las minorías y se avanzó contra todo tipo de discriminación. ¿SE REGISTRAN PRECEDENTES IMPORTANTES EN TAL SENTIDO?

19.- También se habrá ganado en materia de calidad institucional, con independencia indiscutible del poder judicial y una Corte integrada por notables juristas. Más allá de algunos casos puntuales, el poder judicial es mucho más idóneo y progresista: entre muchos otros, el reciente fallo de la Corte, por el cual se declaró inconstitucional el tope indemnizatorio por accidente de trabajo (elevando la suma resarcitoria de 31 mil a 96 mil pesos más intereses en un caso concreto) es un claro ejemplo de ello. ¿HAY ANTECEDENTES EN NUESTRA HISTORIA DE ESTE NIVEL DE CALIDAD INSTITUCIONAL?

20.- La libertad de expresión será considerada casi óptima. En este sentido, habrá que considerar que las manifestaciones de la SIP son interesadas, ya que es una Cámara empresaria. Deberá contemplarse la evaluación de "Reporteros sin Fronteras", que ubican a Argentina, en la materia, al mismo nivel que los países europeos desarrollados.

Antes de continuar, me parece oportuno formular una pregunta: ¿ERA POSIBLE UNA GESTIÓN DE GOBIERNO MUCHO MEJOR QUE LA QUE SE REALIZÓ? Qué interesante resultaría que, desde el opositor común, el ciudadano de a pie, se respondiera esta pregunta sinceramente.

Por supuesto, el listado es mucho más extenso. Cité veinte cuestiones que me parecen absolutamente transformadoras, respecto de las cuales, más allá del resultado de las elecciones de 2.011, será muy difícil retroceder.
Éste es un punto importante. Reflexionemos por un instante: supongamos que, desgraciadamente, algún sector opositor triunfe en las próximas elecciones. Sabemos la orientación que seguirían: ajuste, retorno al FMI, monitoreo del mismo; reducción de los beneficios sociales, previsionales, laborales, educativos; sumisión a las grandes corporaciones rurales, industriales y mediáticas.

Ahora bien ¿Cuánto tiempo podría sostenerse un gobierno de esas características? Porque, en mi opinión, hay aquí un elemento que se nos escapa del análisis: en los sectores populares (de clase media e incluso, baja) persiste un grado de oposición a la gestión de gobierno; y ello pese a que han sido notablemente beneficiados. Sucede que esos beneficios no son atribuidos a dicha gestión; se los “naturaliza”; se los considera como producto de otras circunstancias, del “contexto internacional favorable” o, sencillamente, de la casualidad. Por supuesto, ello fue instalado de manera metódica, machacona, insistente, por los medios de comunicación. Éstos alentaron la irracionalidad, la ignorancia, el odio, el resentimiento, el inconformismo y otras sensaciones irracionales que fueron señaladas al comienzo de este artículo. Ellos también agitaron y repitieron hasta la náusea falacias respecto de cuestiones tan sensibles como la “inseguridad”, la “corrupción”, la “intolerancia”, la “crispación”, las “formas”, etc.

Pero cabe preguntarse, en relación a estos sectores vilmente manipulados, que consideran que su mejor posición responde a cualquier circunstancia, pero nunca a la gestión de gobierno: ¿Cuál sería su reacción si, por ejemplo, se congelaran los salarios? ¿O las jubilaciones? ¿Cómo responderían ante el retorno del déficit fiscal y, por ende, de una escalada inflacionaria? ¿Y si se produjera un crecimiento de la desocupación? ¿O si se quitara la Asignación universal por hijo? ¿Y si se suspendiera la entrega de computadoras personales a los estudiantes? ¿NO SE PROVOCARÍA DE INMEDIATO UNA REVALORIZACIÓN DE LA ACTUAL GESTIÓN DE GOBIERNO?

Por todo ello, señalé antes que muchas de las medidas adoptadas en los últimos siete años tienen carácter estructural; el retorno a las políticas neoliberales sería el certificado de defunción de cualquier gobierno futuro que las aplicara nuevamente. Éste es uno de los mayores méritos de la gestión kirchnerista: haber mejorado las condiciones de vida concretas de millones y millones de personas. Y aunque muchas de ellas no relacionen este progreso con la gestión de gobierno, no estarían dispuestas a ningún retroceso.

Todo ello también explica la errática e increíblemente absurda postura actual de la oposición. Mientras proponen el 82% móvil a los jubilados, que implica un costo de 8.500 millones de dólares; también alientan la reducción y/o eliminación de las retenciones, que desfinanciarían al estado en … 8.500 millones de dólares!!!

Hoy, Biolcatti, metamorfoseado en una triste y patética versión de Camilo Cienfuegos, aboga a favor de los pobres, al mismo tiempo que defiende los privilegios irritantes de su sector, el cual, además, se niega a discutir la actualización del salario mínimo, se opone a la reforma del estatuto del peón rural (espantoso resabio feudal) y mantiene en la clandestinidad al 75% de los trabajadores.

Hoy, María Eugenia Estenssoro se disfraza de Rosa Luxemburgo y critica el pago de la deuda externa (¿¿??), mientras por otra parte apoya los reclamos de las patronales agropecuarias y sigue operando para Clarín.

Hoy, también, Duhalde, Macri, De Narváez, Solá y Reutemann se pronuncian a favor del 82% móvil, mientras concurren como séquito a la Rural y se reúnen con Magnetto, haciendo trascender esta cuestión.

Hoy, Carrió…bueno, en fin ¿Por dónde empezar?

Hoy, en definitiva, esta oposición recurre a cualquier recurso, a los más bajos y execrables; ante la innegable recuperación del gobierno en la consideración popular. A tal punto, que ahora, de la nada y destempladamente, siembran dudas sobre los votos de algunos senadores que se registraron…hace TRES AÑOS!! Y además, como si el hecho de no pertenecer al kirchnerismo, implicara la obligación de oponerse A TODO!! Y por si fuera poco, el “abanderado” de esta cruzada es … FELIPE SOLA, el camaleón mayor, la envidia del protagonista de “Zelig”, de Woody Allen.

La misma oposición que, en palabras de Carrió, expresa que si el gobierno no cede a sus exigencias, se las verá muy “feas” para aprobar el próximo presupuesto, del que aún no conocen su contenido. POR FAVOR, DA VERGÜENZA AJENA ¿Si esto no es extorsión, como deberíamos llamarlo? La misma oposición que apenas oculta su intención de desfinanciar al estado (en última instancia, lo que se pretende es obligar al gobierno a endeudarse), con el solo objeto de impedir un nuevo triunfo kirchnerista en 2.011.

Pero dejemos de lado a esta runfla execrable y volvamos al principio. A los datos objetivos. ¿No se reconocerá la gestión de gobierno actual (desde 2.003) como la mejor de toda nuestra historia? Porque, claro está, todo es perfectible y dicha gestión no es la mejor en términos ideales; pero haciendo el planteo desde la realidad: ¿Existe alguna otra que pueda atribuirse tantos méritos? Se hizo un análisis en base a 20 (veinte) puntos centrales, de vital importancia, fundamentales; y en cada uno de ellos se formuló una pregunta, relativa a la existencia de logros similares en el pasado. Personalmente, estoy convencido que, al menos 15 de los 20 interrogantes tienen respuesta negativa. Quiero decir: LA RESPUESTA A ESOS INTERROGANTES ES NO!! NO SE REGISTRAN PRECEDENTES DE LOGROS SIMILARES EN NINGUNA OTRA ETAPA HISTÓRICA.

Qué importante sería que, cada uno, desde nuestros lugares, defendiera y luchara por estos logros!! Y qué importante también difundirlos, con paciencia y sin discusiones destempladas, entre aquellos que no saben por qué se oponen. Reconozco que, personalmente, me resulta difícil el debate con aquellos que ni siquiera reconocen cuestiones evidentes desde un plano objetivo, porque no es sencillo tolerar semejante nivel de terquedad o necedad, según el caso. Pero es necesario hacerlo.

Claro, tampoco habrá que caer en el conformismo ni el triunfalismo prematuro. Deberemos -y en ello también consisten la militancia- estar atentos a que se sostenga y profundice el modelo, persiguiendo una sociedad sin privilegios y con niveles de igualdad mucho más marcados; mayor inclusión y justicia social.

Porque, como dije al comenzar, yo siempre me expreso desde la izquierda. PERO NO COMO VIDRIO.
Claudio Raris

sábado, 7 de agosto de 2010

El Gobierno financia una red enorme de prensa adicta

El Gobierno financia una red enorme de prensa adicta

El kirchnerismo no cree en la prensa. Cree en la prensa kirchnerista, que no es lo mismo. Y lo que no esté encuadrado en el estrecho límite de esa definición política, merece el desprecio y, de ser posible, el ataque y la condena. Es una concepción del periodismo que reconoce en el país antecedentes amargos.

El Gobierno, que no reconoce realidades que le disgustan, trata de construir una realidad virtual para la gente.

Y lo hace usufructuando recursos públicos: utiliza los medios del Estado como si fueran propios y el dinero de los ciudadanos para financiar diarios, revistas, programas de radio y de TV, productoras de contenidos y sitios de Internet y blogs adictos. El mensaje se articula en forma permanente con las necesidades del Gobierno y con los discursos de sus principales dirigentes, que parecen fijar un libreto previo respetado con rigurosa fidelidad por la prensa obediente.

En tiempos democráticos jamás se había usado toda la potencia del aparato estatal y paraestatal operando en conjunto como propaganda y para acallar a la vez voces disidentes. Es una estructura gigantesca de medios que se ensancha y dispersa difamaciones para opositores y periodistas críticos.

El pasado 7 de junio, en lo que se pensaba eran las vísperas del fallo de la Corte sobre la Ley de Medios que se dictó una semana después, la agencia oficial Télam despachó un cable en el que el titular de la Autoridad Federal de Medios, Gabriel Mariotto, presionó al Tribunal para que adelantara su sentencia: “Estamos esperando con mucha ansiedad el fallo”, dijo desde Mendoza. Al día siguiente, el diario “Tiempo Argentino”, propiedad del empresario Sergio Szpolski, volvió a presionar a los jueces: “La Corte tiene todo listo para liberar la aplicación de la Ley de Medios”, se leía en la página 3. Y a modo de descarada insinuación hacia la Corte, el articulista afirmaba: “Dentro del máximo tribunal se especuló con la posibilidad de anunciar el fallo esta misma tarde (...)”. Ese mismo día el ex presidente Néstor Kirchner reiteraba casi con las mismas palabras de Mariotto que “esperamos con ansiedad” el fallo.

La presión sobre la Corte se había desatado días antes. En mayo, un semanario kirchnerista celebró su segundo aniversario con “Una mesa debate por la Ley de Medios”, según tituló el diario gratuito “El Argentino”, perteneciente también a Szpolski. La nota estaba ilustrada por una foto del panel: Eduardo Anguita, director del semanario homenajeado, “Miradas al Sur”; la directora de Radio Nacional, María Seoane; el diputado Martín Sabatella, que trabaja para el kirchnerismo y, extrañamente, el juez de la Corte Eugenio Zaffaroni, quien se supone estaba analizando por esos días su fallo sobre la ley que era motivo de debate. Luego, el 1 de junio, el flamante diario kirchnerista “Tiempo...” anunció, casi palabra por palabra, el dictamen del Procurador General de la Nación, Esteban Righi, favorable a la apelación a la ley de medios.

Operaciones de prensa así son cosa de todos los días. En el programa “6, 7, 8”, que se emite por la emisora oficial Canal 7, sus panelistas hilvanaron a su antojo las críticas a la Presidente por su falta de decisión en poner fin al corte del puente internacional en Gualeguaychú, con “un deseo de los grandes medios de que el Gobierno reprima”. No vacilaron en caer en el disparate de señalar que “buena parte del periodismo necesita una hecatombe para ver si se cae otro gobierno democrático y la Ley de Medios no se sanciona”.

El terrorismo verbal con el que el kirchnerismo necesita reescribir la historia que no alcanza a protagonizar, lleva a que la prensa oficial adopte los mismos métodos y lenguaje que, afirma, emplean los medios a los que critica.

Para condenar a lo que llama “monopolios mediáticos”, el kirchnerismo armó otro monopolio con el que usa y premia a empresarios y periodistas adictos, que renuncian al mandato de informar objetivamente. Y pese a todo el dinero que recibe, mantiene un nivel bajísimo de aceptación ciudadana. En 2009, el grupo de medios de Szpolski concentró, con 42,6 millones de pesos, el 19,3 por ciento de toda la pauta que el Estado distribuyó entre los medios gráficos. No se cuenta en ese porcentaje los avisos pautados en “Tiempo Argentino”, una especie de “6,7,8” gráfico que al momento del análisis no había salido a la calle.

Canal 7 fue la plataforma de lanzamiento de “Tiempo” con varios spots publicitarios al día, seguidos, a otras horas, por otra publicidad del grupo Szpolski, la revista XXIII. A principios de 2007, Szpolski compró el diario “Infobae” a Daniel Hadad, de quien era socio minoritario desde 2004. Lo rebautizó “BAE - Buenos Aires Económico”. En 2006, “BAE”, que tenía un promedio de tirada diaria de 2.035 ejemplares, recibió 1,18 millones de pesos en pauta publicitaria estatal, que se incrementó a 3,96 millones en 2007, a 4,73 millones al año siguiente y a 6,08 millones en 2009. En ese mismo lapso, el diario “Crítica de la Argentina”, con una postura editorial distinta, recibía 2 millones de pesos, pese a que cuadruplicaba con 9.300 ejemplares la tirada de BAE.

El diario “Página 12”, que asumió un kirchnerismo explícito, recibió en 2009 como pauta publicitaria estatal 42,6 millones de pesos, para una tirada de 12.800 ejemplares diarios. En ese lapso, Clarín recibió 40,3 millones de pesos (348.700 ejemplares diarios) y La Nación 18,6 millones (150.900 ejemplares por día).

En los programas de televisión de militancia kirchnerista también se aplican los mismos métodos que, según afirman sus conductores, emplean otros medios y que el kirchnerismo critica con fervor. En especial en “6, 7, 8”, “Duro de domar” y “TVR”, producidos por el empresario Diego Gvirtz. En los tres programas se hace gala de un “pluralismo” y una multiplicidad de pensamientos que cuesta ver plasmados en las emisiones de los tres programas: en ninguno de ellos se ha visto o escuchado nunca la voz de un opositor al Gobierno o una crítica a la gestión de la Presidenta.

“El programa se orientó hacia una radicalización que no comparto. Yo tengo una manera de analizar la realidad que integra e involucra dudas. Y en ‘6, 7, 8’ no había mucho lugar para dudar”, reveló a la revista “Noticias” María Julia Oliván, conductora del programa hasta que decidió abandonar: “Lo discutía con Gvirtz: en Clarín salen oficialistas, pero a ‘6, 7, 8’ no van opositores. No me parecía justo. (...) No coincido con que los periodistas son todos títeres de los medios, porque eso me haría un títere también”.

Al menos cuatro panelistas del programa “Duro de domar” tuvieron problemas por no enfocar al pie de la letra los deseos de la producción, que los invita a decir “lo que piensan”, pero adopta medidas drásticas cuando eso sucede. “Siempre cumplí con la productora. Cuando me contrataron, me dijeron que no iba a tener una bajada de línea editorial. Gvirtz me incentivaba a opinar y ahora no entiendo por qué me saca”, dijo a la revista “Noticias” Jazmín de Grazia, que sospecha fue expulsada del programa que conduce Daniel Tognetti por haberse enfrentado al jefe del Gabinete, Aníbal Fernández, a cargo ahora del reparto de los millones de la publicidad oficial.

En los programas de la prensa adicta la oposición es ridiculizada, humillada, agredida bajo la pátina de un humor dudoso y sin que tengan una mínima posibilidad de ejercer su defensa.

En vísperas del Mundial de Fútbol de Sudáfrica, la particular visión del periodismo que tiene el kirchnerismo quedó patentizada en los programas de televisión afines al Gobierno. En “6, 7, 8” se dijo que había dos sectores del periodismo: uno era el que estaba “junto a Fútbol para todos”; el otro, el resto de la prensa argentina. Los miembros del panel teorizaron sobre la idea de que hay un sector de la prensa que aspira a que el seleccionado argentino pierda en Sudáfrica, “porque si gana la selección, gana Kirchner”. La posta fue rápidamente recogida por Tognetti, que cargó contra algunas críticas de la prensa hacia los jugadores de Maradona, para acusar “al monopolio Clarín” de ir contra la Selección.

El escándalo desatado por los “barrabravas” en Sudáfrica, incluidos los violentos enviados por el kirchnerismo y que fueron deportados de ese país, desató en la prensa adicta una visión piadosa sobre el drama de la violencia en el fútbol. En un país en el que, a causa de la violencia, el público común casi no puede ir a las canchas, el papelón de los “barrabravas” en Sudáfrica fue minimizado por la prensa kirchnerista.

La segunda banalización del drama quedó en manos del relator deportivo Víctor Hugo Morales, devenido en locutor oficial, que afirmó que siempre hubo barras bravas y que si ahora se denuncia es “porque mafiosos periodistas” habían dejado de “proteger” al titular de la AFA, Julio Grondona.

El pasado domingo, la conducción de “6, 7, 8” cerró el programa con un untuoso elogio mutuo entre los tres programas de la productora de Gvirtz. Dijo el conductor, en referencia a “6, 7, 8”, a “Duro de domar” y a “TVR”: “El tanque (sonrisas) saluda a los tanquecitos”. Toda una alegoría militarista que define a quienes la emplean.

Tan grave como esta concentración de medios oficiales es la metodología del escrache contra la prensa. Y la inacción oficial ante esos ataques, cuando no la justificación indirecta: el propio Mariotto los asoció a la “libertad de expresión”. No hace falta explicar que es exactamente al revés: si hay algo que buscan es bloquear la palabra de los periodistas.

Son todos actos inadmisibles bajo cualquier gobierno democrático, como el simulacro de enjuiciamiento público en la plaza de Mayo. La falta de condena del Gobierno a las agresiones dice mucho sobre lo que piensa. A fines de marzo fue atacada en Caleta Olivia la periodista Adela Gómez, a quien le incendiaron su auto como advertencia. Todavía el Gobierno no se enteró.

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