la idea de crear un arsenal teorico para cambiar la realidad

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domingo, 24 de octubre de 2010

Silvia d'Oliveira :el ocaso de su imperio K o deshonestidad intelectual ?

Silvia d'Oliveira :el ocaso de su imperio K o deshonestidad intelectual ?
de Miguel Angel, el El Lunes, 25 de octubre de 2010 a las 3:25

El fanatismo es a la superstición lo que el delirio es a la fiebre, lo que la rabia es a la cólera. El que tiene éxtasis, visiones, el que toma los sueños por realidades y sus imaginaciones por profecías es un fanático novicio de grandes esperanzas; podrá pronto llegar a matar por el amor de Dios...Voltaire

He tratado siempre ser bastante respetuoso con todos , incluyendo al que esta en posición contraria a mis ideas , se que en algun punto podemos coincidir , pero este punto de coincidencia tiene que venir desde la razon , desde la honestidad

Muchos sabemos que todos tenemos una evolucion permanentes de ideas y desde el debate honesto podemos ver o sentir esa evolucion

He visto y leido en este ultimo tiempo gente desencatada con algun accionar de este gobierno , no digo que pierdan adeptos, si no decepcionada por lo que creian ser

Y no es custion de medios ni de publicidad , las izquierdas marxistas siempre estuvieron en el mismo lugar de siempre y la derecha liberal tambien o sea que a los K se les esta cayendo la careta , ya no engañan tanto con la marketineria ni con los autobombos y como decia mi abuelita “ la mentira tiene patas cortas “

Que le pasa entonces a Silvia d'Oliveira ? el fanatismo le hizo perder la razon ?

Miedo ,Silvia ? Quien te dijo que tenemos miedo ? vos confundis el discurso de Susana Gimenez con los de algunos que pisan barro , te sugiero que camines y hables con obreros y asalariados , confundis los analisis , izquierda o derecha , derecha o izquierda , que es eso ?los intereses de clase pasan por otros lados , o te comiste los bigotes de Anibal Fernandez ?La falta de critica no es de militantes Silvia , es de obsecuentes ,que por intereses o por el efecto psicologico del miedo al cambio o tal vez por el derrumbe de lo que uno pensaba entonces uno se aferra al digamos el ser y la nada y desde alli el fanatismo

En su obra sociológica “El miedo a la Libertad”, Erich Fromm, considera que el fanatismo es un intento del individuo de escapar al crecimiento natural, pues éste implica libertad y la libertad conlleva a la responsabilidad y el compromiso consigo mismo, sobre su propio ser. El hombre “teme” a la libertad por no querer enfrentarse al uso del libre albedrío como instrumento de su propio crecimiento individual; es más cómodo depender de otros y de circunstancias ajenas a la voluntad propia, porque así existe alguien o algo a quien culpar de las desgracias, las inhibiciones y los descalabros en la vida.

Por otra parte Su Abella tiene un analisis insuperable , una honestidad y una amistad inmejorable , de su honestidad intelectual muchos aprendemos , y te digo te metes con ella te metes conmigo

Estoy harto de los succionadores de testículos sudados kirchneristas que quieren defender lo indefendible ,y te digo un clishe peronista “ la unica verdad es la realidad

mi muro y mis notas son para que se debatan ideas y siempre estara libre de censura



Posdata ; esto lo hago publico por que vos hiciste publico una nota muy discriminadora

Supongo que no te dio vergüenza

Miguel Angel

martes, 5 de octubre de 2010

Grupo Fénix responde a Marcelo Ramal

Por Abraham Leonardo Gak

Buenos Aires, 28 de septiembre de 2010

Profesor Lic. Marcelo Ramal
Presente

Estimado Marcelo:

Un amigo me hizo llegar un artículo con tu firma en el que manifestabas tu repulsa a la posición del Grupo Fénix con respecto a la propuesta, con media sanción legislativa, de otorgar a los beneficiarios de jubilaciones un incremento de ingresos hasta cubrir el 82% del salario vital y mínimo.

Si bien soy el director del Proyecto Estratégico de la Universidad de Buenos Aires Plan Fénix, la presente es una intervención a título personal.

Mi intención no es modificar tu pensamiento sobre este u otros temas, sino hacerte llegar mi sorpresa por el tono descalificatorio, pleno de improperios, peyorativo y en gran medida insultante con que te referis a nuestro trabajo.

No puedo dejar de pensar en cuán diferente es tu actitud cuando te encuentras conmigo, en una mesa de debate. Tal vez tengas un doble standard; utilizando un estilo diferente cuando te diriges a un público presumiblemente obrero. A mi entender, de ser cierta mi hipótesis, tener otro lenguaje cuando se escribe para sectores populares, es un agravio a los mismos, inaceptable para quien pretende representarlos ideológicamente. Todos merecemos un debate serio y no con denuestos, que sólo aparecen como herramientas de agitación, llegando incluso a invisibilizar tus propios argumentos.

En cuanto a esto último, has hecho una lectura equivocada o mal intencionada de nuestra opinión, tal como surge de partes del documento citado que transcribo a continuación, y que entiendo contradicen tu interpretación.

La reforma previsional instrumentada bajo la hegemonía neoliberal en 1993, mediante la ley 24.241 suponía que: "...se desvincularía al Estado de cualquier promesa futura (más allá del pago de una prestación mínima), puesto que el haber previsional quedaría librado a la suerte de los mercados financieros; esto es, encarrilaba al sistema previsional en la misma vía individualista y no solidaria en que se intentó situar a la sociedad argentina."

"Esta reforma -que se reveló un pingüe negocio para el conjunto de Administradoras- fue un fracaso. Los beneficios previsionales pagados bajo el régimen de capitalización fueron exiguos; tanto, que el Estado tuvo que complementar las prestaciones para asegurar el cobro del haber mínimo. Además, fue impotente para preservar los depósitos individuales del derrumbe económico verificado en 2001 (derrumbe que, paradójicamente, en parte es atribuible a la crisis fiscal que produjo la propia reforma previsional de 1993)".

"Este capítulo de la historia previsional está hoy día cerrado, tras la acertada liquidación del régimen de capitalización. Deja como enseñanza principal que el destino del sistema previsional no puede aislarse de la trayectoria que en definitiva recorra la economía y, además, que es menester que este sistema concurra a cooperar para que esta trayectoria sea exitosa. Sólo una economía lozana puede permitir el pago de haberes jubilatorios dignos. La cuestión previsional no puede dejarse librada al mercado, porque el sector previsional no es "un mercado más"; es un tema de necesaria incumbencia estatal y de interés social."

"La acción gubernamental de los últimos años ha producido una reforma de hecho, por la universalización del beneficio previsional a través de un régimen de moratoria. Ello se ha realizado mediante la asignación de un haber básico que es independiente de las trayectorias laborales, y que de hecho le ha dado acceso al beneficio previsional a la virtual totalidad de la población en edad jubilatoria. Esto significa que se ha extendido el beneficio no solamente a la población antes activa que no cumplía los requisitos contributivos (básicamente, por desempeñarse en el sector no registrado); también ha alcanzado a población que no se desempeñó en el mercado de trabajo."

"Hoy día, más de 5 millones de personas se benefician del sistema jubilatorio nacional; a ello deben agregarse aproximadamente 1 millón de personas comprendidas por otras cajas. Cerca del 90% de la población argentina en edad jubilatoria recibe así algún tipo de beneficio previsional. Esta proporción, en un sistema estrictamente basado en las contribuciones laborales efectivas, sería inferior por lo menos en 30 puntos porcentuales".

"Un paso central ahora es explicitar en una norma legal la continuidad de estas reformas al sistema previsional. Como en otros rubros, éste es un aspecto en el que el Gobierno está en falta. La ley 24.241 debe ser sustituida por otro régimen previsional".

"Al respecto, la experiencia ha demostrado que cualquier diseño del sistema previsional que contribuya al desfinanciamiento fiscal está destinado a fracasar, en la medida en que ello comprometa el funcionamiento de la propia economía; y la masa de beneficiarios es la primera víctima de una crisis fiscal, por ser éste el principal rubro de gasto del Estado. La discusión al respecto debe integrarse a la de la naturaleza del Estado, de su gasto y de su sistema tributario, porque -como se dijo- el Estado se encuentra indisolublemente vinculado a la cuestión previsional".

Como podrás ver, en estos párrafos se relatan y afirman varias ideas bien distintas a las que fundamentan tus ataques.

Por otra parte, argumentás sobre nuestra posición en el sentido de que juzgás como una tropelía proponer que la jubilación sea pagada con fondos provenientes de rentas generales. Parece que tu idea es que los fondos deben ser fruto de los aportes de los futuros beneficiarios y no con recursos que deberían provenir de la carga fiscal sobre las ganancias empresarias.

Tal vez nosotros pensamos en cómo mejorar las condiciones de vida de todos en un contexto capitalista, y no en el hipotético caso de un cambio de régimen, que en tu argumentación maliciosa confundís.

En cuanto a tu solicitud de que devolvamos nuestros diplomas y reiniciemos nuestros estudios cumplo en manifestarte que en lo personal, no me ofende tu propuesta, pero al ver los aportes de muchos de mis compañeros, que a través de los años luchan por mejores condiciones de vida para todos, no comprendo por que razón no te incluís en esta propuesta.

En lo personal, considero injusto que nos asignes la condición de "chirolita", "guarango", "discípulo de Martínez de Hoz", "Fénix sin vuelo", "plagiario del pensamiento neo-liberal". No somos perfectos, pero sí honestos, y hemos enfrentado y enfrentamos opiniones oficiales y opositoras con nuestro pensamiento de desarrollo con equidad.

Me sería útil, sin embargo, conocer las razones que te llevan a tomar como propia la propuesta de una mayoría reaccionaria acompañada por los votos de una pseudo-izquierda que se acopla a esos intereses de la derecha. ¡Cuidado! Hay muchas formas y discursos funcionales a las ideas de la dependencia.

Por último, no lamento que pensemos en forma diferente. Lo que lamento es que ofendas a las clases populares con un discurso pleno de denuestos y pocas ideas, como si los argumentos técnicos sirvieran sólo para las mesas de la Academia y el discurso de baja estofa para el pueblo.

Desde luego, no espero que esta respuesta sea publicada como un derecho a réplica, pero por lo menos me doy el gusto de hacerte conocer mi opinión.

Sin otro particular, te saludo cordialmente.
Abraham Leonardo Gak

Un Plan Fénix contra los jubilados

por Marcelo Ramal

El Plan Fénix, un grupo de economistas afines al gobierno, acaba de publicar un texto para oponerse a la elevación de las jubilaciones que discute el Congreso. Sus argumentos, nada originales, plagian el libreto "neoliberal": el aumento de la esperanza de vida impediría financiar la suba. Sin embargo, estamos hablando de jubilaciones que orillan el 35% del salario al cese de la vida laboral y de salarios promedio de dos mil pesos -una combinación que pone a la jubilación mínima en un escalón inferior al de la pobreza. Es obvio que aquí el aumento de la esperanza de vida no tiene nada que ver -los economistas en cuestión se limitan a repetir lo que les dicta su amo y a defender el uso de los recursos de la Anses para pagar la deuda externa. Esta posición nos está diciendo que el llamado "pensamiento nacional", que estos economistas pretenden recobrar, es definitivamente incapaz de volver de sus cenizas.

Esa explicación demográfica del derrumbe de las jubilaciones constituye, sin embargo, una formidable denuncia del capitalismo -algo totalmente ajeno a la intención de estos Fénix sin vuelo. El progreso que implica la prolongación de la vida humana se convierte, bajo el capitalismo, en un factor adicional de miseria, porque tampoco tienen la posibilidad de seguir trabajando cuando la desocupación industrial en el mundo ha llegado al récord de 200 millones de personas. Estos economistas interesados olvidan señalar, sin embargo, algo aún más decisivo: el aumento de la productividad del trabajo que ha acompañado ese crecimiento de la expectativa de vida. El trabajador crea, en la actualidad, una riqueza relativa varias veces superior a la que representa el aumento de los jubilados respecto a la población activa. Lo que impide que esto se convierta en un mayor bienestar material para la mayoría es la apropiación exclusiva de ese excedente por parte del capital bajo sus diversas formas -en especial las parasitarias, como lo acaba de mostrar la bancarrota mundial. El rescate del capital en quiebra ha consumido una suma que supera las remuneraciones jubilatorias de varios años y, adicionalmente, ha quebrado a la mayoría de los fondos de pensiones en todo el mundo.

Los suscriptores del Plan Fénix deberían, además, devolver sus diplomas y volver a las aulas. Ocurre que el capital ya recaudó el dinero que deben cobrar los jubilados cuando estos eran trabajadores activos. En efecto, la jubilación no es más que un salario que se cobra en forma diferida. Si no hubiera sistema previsional, esas jubilaciones se deberían pagar dentro del salario corriente, para que el trabajador las ahorre con vistas a su sostenimiento luego de finalizar su vida laboral. El patrón retuvo ese dinero en su momento, lo depositó en una Caja y ahora la Caja no quiere pagar. Es lo que ocurre también con los impuestos al consumo, que el capitalista recauda pero luego no deposita. O sea que, cuando no se reconoce el 82% se está produciendo una confiscación directa de los salarios acumulados.

El imposible Plan Fénix echa también unas parrafadas al trabajo en negro, sin mencionar la responsabilidad en esto de su propio gobierno, el de los K. El kirchnerismo ha apañado al trabajo en negro más que ningún otro gobierno, con la consigna de que hay que crear empleo a cualquier precio. Este precio cualquiera, sin embargo, lo están pagando los llamados trabajadores informales, que constituyen el 45% de la totalidad de los asalariados, y los jubilados.

El argumento final de la tropa de los economistas K es directamente un exabrupto. Los personajes en cuestión aseguran que la responsabilidad por el reclamo del 82% la tienen los políticos que le calientan la cabeza a la gente. Estos guarangos atribuyen a otros sus propias mediocridades, pues no cabe duda que son ellos los chirolitas que siguen el libreto de Olivos y no los trabajadores. ¡El 82% está en la Constitución Nacional! No se trata de "promesas incumplidas o imposibles de cumplir", sino de la obligación de la clase dominante explotadora de asegurar las condiciones de vida de sus explotados. Pero los nacionales y populares no solamente no lo ven así: además proponen hacer explícita la abolición del 82% móvil. El nacionalismo muestra así, en forma cruda, su carácter de clase. A este despojo se reduce su doctrina de "vivir con lo nuestro", o sea que los trabajadores deban "vivir con lo puesto", la mejor frase que saliera de la boca de ese gran enemigo de la clase obrera que fue Bernardo Neustadt.

Los Fénix no se andan con chiquitas y es así que proponen "la integración completa del sistema (previsional) en las finanzas gubernamentales". Pero los ideólogos van a la rastra de sus mentores políticos: el gobierno ya integró los recursos de la Anses a la caja del Estado, cuyo "superávit" no existiría sin los ingresos de la Anses. En la actualidad, el 60% del fondo de la Anses está colocado en títulos de la deuda pública, en pesos y con rendimientos inferiores a la inflación -algo que los del Fénix fingen ignorar.

Para los economistas "nacionales", el destino del sistema previsional "no puede aislarse de la trayectoria que en definitiva recorra la economía". Parece obvio, pero se trata de una manipulación ideológica flagrante. Una "economía" que no garantiza las jubilaciones no es una economía en función de las mayorías sino una economía del capital. El sistema jubilatorio, o sea el conjunto de los trabajadores, no solamente debería "aislarse" del capital sino poner fin a su dominación social y política. La economía debe seguir la trayectoria que exige el progreso social de las mayorías y no al revés; en plena bancarrota mundial, seguir la trayectoria de la economía (del capital) es caminar derechito al abismo. Exigir que el sistema previsional dependa del ciclo capitalista significa el regreso a la jubilación privada, que ata las jubilaciones, precisamente, a la "trayectoria de la economía". Por eso los Fénix proponen "la creación de un sistema de capitalización complementario", en donde la Anses se limitará a otorgar una jubilación asistencial y nada más será de su incumbencia. Los Fénix se han reconocido a sí mismos como los discípulos de Martínez de Hoz. Después de atacar la privatización de la década neoliberal, los "nacionales y populares" proponen la reinstalación de las cuentas individuales. En sindicatos ultrakirchneristas, como el de la Afip, la burocracia ya ha planteado la creación de esa "caja complementaria".Los del Fénix advierten que "sólo una economía lozana puede permitir el pago de haberes jubilatorios dignos". ¡Pero cada vez que abren la boca saludan la "lozanía" de la economía oficial! Es que los haberes "dignos" de los Fénix no tienen nada que ver con el 82% móvil. Para pagar la jubilación mínima al 82% del salario mínimo y corregir las restantes jubilaciones de acuerdo a los fallos judiciales, bastan y sobran los excedentes presupuestarios, que llegarían este año a los 50.000 millones de pesos.

Los inspiradores del Fénix abrieron en su facultad un "museo de la deuda externa", donde están relatados los sucesivos ciclos de endeudamiento y defaults en la historia del país. A ellos se los instalará en una sala especial que describirá el default kirchnerista de los fondos jubilatorios, para pagar la misma y "odiosa" deuda externa.
Marcelo Ramal